1 DE NOVIEMBRE

                   Veis, lo que os decía, escribir engancha. Pues hoy y dada la sequía de estos días anteriores, estoy que me salgo de ganas y ya no aguantaba más sin escribir algo, lo que fuera, pero algo. Ayer comprobé que para escribir algo que te guste, hay que soltarse y eso no siempre se consigue, además de tener tiempo, que no lo tuve. Y joder, ya estamos a 31 de octubre y mañana es día 1, día de todos los Santos o día de todos los Muertos. Yo me quedo con el día de todos los Muertos, pues es más auténtico y es realmente esa su festividad. Los Celtas lo pusieron como día de celebración de los muertos, vamos como para nosotros, los vivos, fin de año y era el día o mejor dicho la noche en que los muertos paseaban en procesión o sueltos, que más da, el caso es que paseaban y se les dejaba agua en las ventanas y que hicieran lo que ellos quisieran.

                           Después vino la religión católica y como hacen siempre, dijeron que ésta era una celebración pagana y cogieron parte de ella y la reconvirtieron a su propia religión. Quitaron el aspecto pagano de reconocimiento y dedicatoria a los muertos y que en ese día 1 de noviembre, eran más vivos que los propios vivos y dejaron ese algo de ese día, dejaron el aspecto de ir a visitar y cuidar a los muertos, cuando antes en realidad, eran los propios muertos los que se montaban la fiesta o sea eran los verdaderos protagonistas. Vamos lo de siempre, vaciaron ese día de su contenido pagano y para más inri le pusieron el día de todos los  Santos.

                          Y la pregunta del millón: ¿qué tienen que ver los muertos con los santos?, pues nada o casi nada, lo único que hay en común, que todos los santos están muertos, no hay un santo vivo, pero nada más. Y después y a través de los irlandeses católicos que se extendieron por las Américas, se extendió la moda de halloween y cuando tocó tierras yanquis, ya se jodió el invento, ya se hizo una macrofiesta sin sentido. O sea perdió todo lazo con su pasado mágico y se convirtió en un día en el que hay que disfrazarse y punto y pelota. Son expertos los yanquis en destrozar los hilos que nos unen al pasado y convertirlo en una día de ventas de disfraces y máscaras. Es decir, ellos cogen una idea que tiene un sentido y la convierten en una idea aséptica o sin sentido y entonces esa idea ya no tiene pasado, ni tiene vínculo ninguno, es simplemente una idea o un día, que hay que celebrar porque sí y porque así lo indica el calendario.

                          La Iglesia católica como también vive de la pasta, pero a través de la venta de espiritualidad, se molestaba algo más en darle más contenido a ese día, pero tampoco es para echar cohetes, porque meter a los santos y por narices, en un día de celebración de los muertos, es querer dividir a los propios muertos, los santos y no santos y por tanto ese día sólo sería para los santos del cielo. Pues no señor, ese día es para todos los muertos, para los malos y para los buenos, para todos. Y a mi nadie me quitará esa idea y que conste en acta.

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JULIO CORTÁZAR