Yo te cuidaré,
y te pondré unas sábanas limpias,
y te doblaré la almohada debajo de la nuca,
y te inundaré con mis caricias,
y haremos el amor a la luz de una vela.
No te olvides de lo que te digo,
No te olvides de lo que te digo,
yo te cuidaré todos los días,
haré desayunos de zumos exóticos,
pondré la estrellas sobre la colcha,
y dormiré abrazado a tú esqueleto,
y en las noches frías y gélidas,
encenderé la estufa dentro de tú cuerpo.
Por favor no te duermas,
no te duermas todavía,
saquemos el jugo a nuestros cuerpos,
exprimiéndolos como dulces mandarinas,
y dejemos que el viento se lleve su olor,
ese olor que sólo dan,
dos cuerpos entrelazados,
y dejemos que el ambiente se vicie,
y se enturbie y se espese,
como se espesa la niebla marina,
y volvamos a hacer el amor sobre la alfombra,
así y hasta fundirnos en un sólo ser,
o simplemente,
en dos seres que se quieren.

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