No es lo normal lo que me atrae
me atrae más lo diferente,
lo desigual, lo deforme
lo medio hecho con manos torpes
las ideas simples que parecen fáciles, pero no lo son.
Me encanta la tristeza de un rostro desdibujado en una vieja foto,
la belleza de la lluvia sobre tu cara a medianoche
el silbido del viento al atravesar la ranura de una vieja ventana
el movimiento de tus labios que me dejan extasiado
y como si nunca antes hubiera visto unos labios.
Me animan las penas que tratan de levantarse de su desgracia
la gente que lucha por una causa justa
y hasta los duendes cuando se rebelan en los cuentos
y como no,
me entusiasman las risas, las sonrisas sinceras,
los besos, las caricias
la piel erizada
mi lengua en tu boca...
el nunca sentirme indeferente ante lo inhumano
y odio y perdonádme que lo repita,
odio las guerras y las muertes que generan
odio al poderoso que defiende el exterminio
o al pobre que lo apoya y lo defiende con uñas y dientes
odio al que se siente invencible
y así lo manifiesta y lo demuestra
y se hace la foto delante un montón de cadáveres
que antes estaban vivos
y ahora son sólo muestras de lo que puede llegar hacer un
hombre sin compasión y sin escrúpulos
o un asesino que aún encima es aplaudido y vitoreado
por su falta de humanidad.
Ahora
algunos aplauden
el sonido de las botas militares cuando golpean los adoquines
las ráfagas de metralletas sobre cualquier ser viviente
que por lo que sea, les lleva la contraria
y porque los dictadores no sienten ni padecen
y sólo obedecen sus propias normas
que fueron escritas con su puño y letra.
No es lo normal lo que me atrae
me atrae más lo diferente,
lo desigual, lo deforme
lo medio hecho con manos torpes
las ideas simples que parecen fáciles, pero no lo son.
Me encanta la tristeza de un rostro desdibujado en una vieja foto,
la belleza de la lluvia sobre tu cara a medianoche
el silbido del viento al atravesar la ranura de una vieja ventana
el movimiento de tus labios que me dejan extasiado
y como si nunca antes hubiera visto unos labios.
Me animan las penas que tratan de levantarse de su desgracia
la gente que lucha por una causa justa
y hasta los duendes cuando se rebelan en los cuentos
y como no,
me entusiasman las risas, las sonrisas sinceras,
los besos, las caricias
la piel erizada
mi lengua en tu boca...
el nunca sentirme indeferente ante lo inhumano
y odio y perdonádme que lo repita,
odio las guerras y las muertes que generan
odio al poderoso que defiende el exterminio
o al pobre que lo apoya y lo defiende con uñas y dientes
odio al que se siente invencible
y así lo manifiesta y lo demuestra
y se hace la foto delante un montón de cadáveres
que antes estaban vivos
y ahora son sólo muestras de lo que puede llegar hacer un hombre
o un asesino qeu aún encima es aplaudido
por su falta de mumanidad.
Ahora
algunos aplauden
el sonido de las botas militares cuando golpean los adoquines
las ráfagas de metralletas sobre el ser viviente
que por lo que sea, les lleva la contraria
y porque los dictadores no sienten ni padecen
y sólo obedecen sus propias normas.


