Juan Rulfo


 "Había una luna grande en medio del mundo.

Se me perdía los ojos mirándote.

Los rayos de la luna filtrándose

sobre tu cara.

No me cansaba de ver esa aparición

que eras tú.

Suave, restregada de luna;

tu boca abullonada, humedecida,

irisada de estrellas;

tu cuerpo transparentándose

en el agua de la noche."













LOS EXTRATERRESTRES


El día se hace de rogar, va transcurriendo pero con una cadencia sosa y aburrida. El día congenia con su aspecto, está nublado y con aire lángido de tristeza, sería el día propicio para inagurar mi estufa de leña. Desde hace días busco la disculpa perfecta o imperfecta para encenderla, ¡me muero de ganas!, pero claro, me pongo en plan útil y pienso que a los 3 minutos estaré sudando como un pollo empalado. Aún no hace el frío suficiente para encender mi máquina preferida y por eso estoy mirando impaciente las posibles bajadas de temperaturas. Aquí el verdadero Invierno empieza en Enero y sigue en Febrero y dependiendo del año puede coger parte de Diciembre y del mes de Marzo.
Ayer fuí a por la leña y la tengo metida en lindos saquitos y a la espera de que se decrete por fin, la salida oficial. Me muero por tener ese calor ¿humano?, bueno creo que el calor de la leña, es lo más parecido al calor humano e incluso a veces pienso que lo supera: la leña no habla, sólo cruje y echa chispas y humo, la leña no incordia con sus gestos y aspavientos, la leña no come, ni caga, ni hable ni te da el coñazo, la leña no duerme ocupando más de la mitad de la cama y no te cambia de peli cuando tú estás todo entusiasmado en una en concreto. Lo inerte pero que de alguna manera, tiene su parte viva, tiene sus buenas ventajas y lo que realmente está vivo, a veces está demasiado vivo y te ocupa demasiado espacio vital.
Siempre hay que ver las cosas desde todos los ángulos y vivir con cosas muertas tiene sus ventajas y lo digo, porque estoy hasta los cojones de oír lo bonito que es el amor humano y lo siento y lo digo con el corazón en la mano, yo prefiero lo inerte y tener un amor extraterrestre. Los humanos como que me aburren con sus patéticos cuentos, con sus comeduras de coco y con sus necesidades de cariño contínuo y continuado, en cambio, los extraterrestres sólo follan y hoy follo contigo y mañana con el otro y nada de lazos amorosos y demás milongas de telenovela, nada de besos grimosos y a deshora, nada de caricias empalagosas en un día caluroso de verano, nada de raídos versos y mala prosa y peor praxis y en cambio a los extraterrestres les encantan las camas redondas y el follar a destajo, pero a los extraterrestres les pasa como a mí con mi estufa de leña, no aciertan con el día en que debe ser encendida.

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...