Hoy entiendo menos que ayer
y eso que ayer pensaba que era un desgraciado
un alma en pena
y que más bajo no podía caer
y en cambio hoy
ando escondiéndome bajo las piedras
hoy la luz del sol me asustaba
pero llegada la noche
me he encontrado con el esplendor de la luna
y de frente y de cara
y como si la luna hoy fuera
una clarabolla en medio del cielo
o un inmenso túnel blanco
que empieza en nuestro espacio
y acaba en otra dimensión mucho más alucinante.
Debe de haber puentes entre esos dos mundos
o túneles que van desde nuestra realidad
a otras realidades que de momento no conocemos.
Y la mayor pena de todo esto,
es que nos moriremos sin saber
que coño hay al otro lado.
