Hoy me escribió una vieja y entrañable amiga, que tenía abandonada en un rincón de mi memoria y como si estuviera esperando que algún día y por algún milagro, de alguna forma o manera nos íbamos a volver a ver. Y pensé muchas veces en ella y porque durante unos años intensos y a la vez extraños, formó parte de mi vida y de repente y aún no sé el porqué, ella se fue a trabajar a su pueblo pero eso no quita y para nada que pudiéramos seguir viéndonos o llamándanos o escribiéndonos y para vernos de vez en cuando. Pero yo de aquellas no cuidaba mucho mis amistades o para ser del todo sincero, no las cuidaba nada y porque en el fondo era de los que pensaba que si la casualidad nos hizo amigos, ella misma (la casualidad) se encargaría de que algún día nos volveríamos a encontrar. Y entres muchas cosas ahora he aprendido, que la casualidad puede crear una amistad, pero como pasa todo en la vida, si no luchas por ella, si no mantienes y cuidas los vínculos que tenías hacia esa persona, esa amistad se irá diluyendo. Manda carallo han tenido que pasar cerca de 70 años, para extraer semejante conclusión. Bueno quizá hayan pasado 50 años, pero no muchos más o sea, hace 20 años se me apareció la luz que un niño de 7 años ya la tiene encendida. Pero como tantas veces me ha pasado en esta vida de perros, intenté tirar de esa hilo llamado, amistad y eso hice y he escrito y he rogado y he pedido perdón desde todos los ángulos posibles e imposibles y al parecer esa conclusión era demasiado clara y evidente: era demasiado tarde y no había perdón para alguien que había querido ser olvidado y borrado de su puta memoria y por una lógica muy simple... porque habían pasado 15 años sin que yo diera una mínima demostración de afecto o de cariño hacia ese viejo amigo y eso que un millón de veces quise hacerlo pero que nunca encontré el momento apropiado.
El momento apropiado debe ser una quimera que uno persigue como un burro a la zanahoria. Lo que ahora me queda nítidamente claro, es que ese momento apropiado y casi perfecto, nunca será lo suficientemente claro como para declararlo, perfecto. Las cosas se hacen o no se hacen y sino las haces tendrás que asumir las consecuencias de tus actos o no actos. Yo hace muchos años escogí el camino que ahora me hizo llegar hasta aquí, pero claro ese camino causó bajas en algunos de los que me rodeaban y como la vida iba a ser muy larga o eso pensaba yo de aquellas, pues ya habría tiempo más adelante para disculparme, para pedir perdón para esos algunos que de verdad me importaban y para de nuevo escupir en la cara a otros que no sé que pintaron en mi vida. En la vida, aparte de ganancias de todo tipo de colores (que hay muchas), también hay muchas pérdidas y algunas de ellas, uno las ha conseguido a pulso y a sabiendas de todo lo que podía pasar. Y no vale la dejadilla, de que esa no era mi intención y porque si esa no era tu intención, pues simplemente, no lo hicieras y asunto arreglado. Pero igualmente lo hiciste y entonces y ahora, uno no puede ir rompiéndose las vestiduras y porque ese anteriro amigo, simplemente dejó de ser tu amigo y porque tu le pusiste la alfombra roja para que caminara por ella y para decirte en tu santa cara de payaso, que no estuviste al nivel adecuado.
Beno, pues yo tengo que decir que en ésta vida muchas veces no estuve al nivel adecuado e hice cosas que ahora nunca hubiera hecho y que nunca no me las hubiera permitido hacer. Claro que hice otras que fueron gloriosas, valientes, admirables y dejándome la piel en el intento. ¿Y que balance hago de todo ello?...pues que he vivido por etapas, algunas fueron maravillosas y otras fueron desastrosas y que en ésta etapa final en la que estoy viviendo, lo sopeso todo y al hacerlo voy seleccionando lo mejor que he tenido y de vez en cuando me echo encima un jarro de agua fría y para no quedarme en estado de feliz agilipollado. También he sido malo, perverso, malintencionado, envidioso, celoso, mal amigo y tal y como lo he descrito, traidor (muy pocas veces), mal compañero, mentiroso, ególatra y tantas otras cosas malas que ahora prefiero dejarlas en el tintero, pero que cada uno se imagine lo peor y seguramente dará en el clavo.
