
En ésta vida uno puede pensar que eres muy gracioso y lo puede pensar cuando uno se rodea de sus cuatro amigos y todos se ríen como hienas alrededor de su presa y todos al unísono y porque todos son iguales de graciosos o así se lo consideran. Y entonces va el prota gracioso del que estoy hablando y saca una conclusión totalmente equivocada sobre como es uno mismo y se cree un tío agradable y simpático y que hace reír a la gente que vuela a su alrededor, pero pasa una cosa que es muy clara y muy evidente, el jurado que ha ditaminado que eres un tío gracioso, está comprado y seguramente lo está porque de esos cuatro amigos, tres de ellos le deben favores al prota. Hay personas que sin saberlo son graciosas y hay personas que se pasan toda su vida intentando ser graciosas y resulta que suele coincidir que los de ésta última serie, se empeñan en querer ser los protagonistas con sus putas gracias, en cualquier evento social. Pero pasado un poco de tiempo y vistos en otro tipo de situaciones digamos que más estresantes, ellos te demuestran que tiene toda su puta gracia metida en su mismo culo y de aquél falso humor de chiste fácil y predecible, pasan a ser como el formara parte de los cuatro jinetes del apocalipsis y por la mala leche que tienen y que rezuman por sus poros. Y no señalo a nadie y que nadie piense que estoy hablando de él en concreto, pero sí que hablo en general y porque hay algunas zonas geográficas de éste país llamado España, donde lo gracioso es como un valor añadido o como una inversión en bolsa que te dará suculentos beneficios y dividendos. Pero pasa que en éste mundo, y valga la redundancia, no todo el mundo es tan gracioso y por lo tanto hay personas que como yo mismo, que no resultamos ser graciosos y hasta me atrevo a decir, para yi o para mí, el gracioso de turno te sienta como si te dieran una patada en los huevos.
Y porqué en esa zona de España, donde viví unos cuantos años de mi vida, brotaban los graciosos como brotan las flores con la llegada de la primavera, sólo que en esa zona era durante todo el año. Y claro el tío gracioso lo era durante un día, pero al día siguiente te lo encontrabas en el curre y el menda ya no era tan gracioso y era un verdadero cabrón redomado y que si te podía joder, te iba a joder dos veces y sin vaselina por el medio. Y yo que no me considero el rey de los graciosos éste tema lo llevo fatal o mejor dicho, lo llevaba fatal. Y eso que de aquellas estaba enamorado hasta las trancas y eso te da un plus añadido y por eso pude aguantar durante más tiempo y por que me sentía en las mejores condiciones posibles. Ya sabéis que con el amor de tu lado, todo se puede. Pero como el tiempo pasa para todos, yo día sí y día también me encontraba con graciosillos de éste tipo, tipos innobles y que para mí eran más ratas de alcantarilla que otra cosa y hasta en sus risitas se parecían a las ratas.
Pues ésta tortura de la que os estoy hablando la tuve que sufrir durante unos cuantos años y soportar sus bromitas con toda su mala baba y joder tío me decían, no seas tan serio y porque nos reímos de todo. Y dále con el tema de las risitas y dále a que sus carnavales eran los mejores del mundo. Y todo el año, esperando sus putos carnavales y mira lo que cantaba el año pasado, éste grupo que al final ganó en los concursos del carnaval y venga todo el día a escuchar aquella canción que era graciosa pero para escucharla unas cuantas veces y el resto de las veces, para mí era una verdadera tortura que me recordaba a las torturas que hacían en Guantánamo y siempre con la misma música y hasta que reventaban los tímpanos.
Pues allí todo era muy graciso, era muy gracioso que trabajaras el doble de lo previamente firmado y porque además de esa gracia te obsequiaban con otra y cobrabas la mitad de lo estipulado. Y era muy gracioso vivir en la provincia con más tasa de paro y porque eso se resolvía con unas cañitas y unos cuantos chistes. Y era muy gracioso ver la falta de medios con que se trabajaba y una cosa lleva a la otra y entonces podría contaros el segundo chiste y éste era que todo estaba sobresaturado y desbordado y mientras muchos se reían a carcajadas otros robaban a manos llenas y todo ese conjunto era muy gracioso y fijaros si lo era, que aún ahora me sigo riendo y a carcajadas. ¡Es que todo era tan gracioso!.
En ésta vida uno puede pensar que eres muy gracioso y lo puede pensar cuando uno se rodea de sus cuatro amigos y todos se ríen como hienas alrededor de su presa y todos al unísono y porque todos son iguales de graciosos o así se lo consideran. Y entonces va el prota gracioso del que estoy hablando y saca una conclusión totalmente equivocada sobre como es uno mismo y se cree un tío agradable y simpático y que hace reír a la gente que vuela a su alrededor, pero pasa una cosa que es muy clara y muy evidente, el jurado que ha ditaminado que eres un tío gracioso, está comprado y seguramente lo está porque de esos cuatro amigos, tres de ellos le deben favores al prota. Hay personas que sin saberlo son graciosas y hay personas que se pasan toda su vida intentando ser graciosas y resulta que suele coincidir que los de ésta última serie, se empeñan en querer ser los protagonistas con sus putas gracias, en cualquier evento social. Pero pasado un poco de tiempo y vistos en otro tipo de situaciones digamos que más estresantes, ellos te demuestran que tiene toda su puta gracia metida en su mismo culo y de aquél falso humor de chiste fácil y predecible, pasan a ser como el formara parte de los cuatro jinetes del apocalipsis y por la mala leche que tienen y que rezuman por sus poros. Y no señalo a nadie y que nadie piense que estoy hablando de él en concreto, pero sí que hablo en general y porque hay algunas zonas geográficas de éste país llamado España, donde lo gracioso es como un valor añadido o como una inversión en bolsa que te dará suculentos beneficios y dividendos. Pero pasa que en éste mundo, y valga la redundancia, no todo el mundo es tan gracioso y por lo tanto hay personas que como yo mismo, que no resultamos ser graciosos y hasta me atrevo a decir, para yi o para mí, el gracioso de turno te sienta como si te dieran una patada en los huevos.
Y porqué en esa zona de España, donde viví unos cuantos años de mi vida, brotaban los graciosos como brotan las flores con la llegada de la primavera, sólo que en esa zona era durante todo el año. Y claro el tío gracioso lo era durante un día, pero al día siguiente te lo encontrabas en el curre y el menda ya no era tan gracioso y era un verdadero cabrón redomado y que si te podía joder, te iba a joder dos veces y sin vaselina por el medio. Y yo que no me considero el rey de los graciosos éste tema lo llevo fatal o mejor dicho, lo llevaba fatal. Y eso que de aquellas estaba enamorado hasta las trancas y eso te da un plus añadido y por eso pude aguantar durante más tiempo y por que me sentía en las mejores condiciones posibles. Ya sabéis que con el amor de tu lado, todo se puede. Pero como el tiempo pasa para todos, yo día sí y día también me encontraba con graciosillos de éste tipo, tipos innobles y que para mí eran más ratas de alcantarilla que otra cosa y hasta en sus risitas se parecían a las ratas.
Pues ésta tortura de la que os estoy hablando la tuve que sufrir durante unos cuantos años y soportar sus bromitas con toda su mala baba y joder tío me decían, no seas tan serio y porque nos reímos de todo. Y dále con el tema de las risitas y dále a que sus carnavales eran los mejores del mundo. Y todo el año, esperando sus putos carnavales y mira lo que cantaba el año pasado, éste grupo que al final ganó en los concursos del carnaval y venga todo el día a escuchar aquella canción que era graciosa pero para escucharla unas cuantas veces y el resto de las veces, para mí era una verdadera tortura que me recordaba a las torturas que hacían en Guantánamo y siempre con la misma música y hasta que reventaban los tímpanos.
Pues allí todo era muy graciso, era muy gracioso que trabajaras el doble de lo previamente firmado y porque además de esa gracia te obsequiaban con otra y cobrabas la mitad de lo estipulado. Y era muy gracioso vivir en la provincia con más tasa de paro y porque eso se resolvía con unas cañitas y unos cuantos chistes. Y era muy gracioso ver la falta de medios con que se trabajaba y una cosa lleva a la otra y entonces podría contaros el segundo chiste y éste era que todo estaba sobresaturado y desbordado y mientras muchos se reían a carcajadas otros robaban a manos llenas y todo ese conjunto era muy gracioso y fijaros si lo era, que aún ahora me sigo riendo y a carcajadas.