CUESTIÓN DE PRÁCTICA (Patricia Benito)

 


Cuestión de práctica



Noches de esas en las que entiendes
que la teoría sin la práctica no sirve de nada
y en las que, durante un par de cervezas
y un poquito de jazz, te pides perdón
por no saberte cuidar lo suficiente,
mientras lo llenas todo de propósitos
defectuosos que volverás a no cumplir.

Lo de siempre:
falta de práctica
queriendo hacia dentro.

Paul Éluard:

Posted: 22 Aug 2021 12:11 AM PDT

 







El ave Fénix

Soy el último en tu camino
la última primavera y última nieve
la última lucha para no morir.

Y henos aquí más abajo y más arriba que nunca.

De todo hay en nuestra hoguera
piñas de pino y sarmientos
y flores más fuertes que el agua...

Hay barro y rocío...

La llama bajo nuestro pie la llama nos corona.
A nuestros pies insectos pájaros hombres
van a escaparse

Los que vuelan van a posarse.

El cielo está claro, la tierra en sombra
pero el humo sube al cielo
el cielo ha perdido su fuego.

La llama quedó en la tierra.

La llama es el nimbo del corazón
y todas las ramas de la sangre
Canta nuestro mismo aire..

Disipa la niebla de nuestro invierno
hórrida y nocturna se encendió la pena,
floreció la ceniza en gozo y hermosura
volvemos la espalda al ocaso.

Todo es color de aurora. 

Versión de Andrés Holguín

Gloria Fuertes

Posted: 22 Aug 2021 12:10 AM PDT

 



DESDE ESTE DESIERTO DE MI PISO


De este manantial de soledad exterior,
me brota continuamente
el agua clara de la paz;
el silencio interior me acaricia
como no sabe hacerlo ningún humano.
El silencio interior se manifiesta
y me escucho,
—aunque oigo también
los mil ruidos de la autopista
a la que dan mis terrazas—.
desde mi celda,
entre el asfalto y las golondrinas
trenzo el puente invidente
por el que paso a meditar,
que no puedo prescindir aún de las personas
de este mundo que me rodea,
que me conoce,
—o que no me conoce—,
que me adula
o hiere o ama
o envidia.

Desde este desierto de mi piso
amo en soledad a todos
y rezo un poema por los analfabetos del amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

GEORGE ORWELL