PODER VOLAR


 Sin título y sin apellidos

no tengo nombre 

ni siquiera tengo un tesoro escondido

lo que yo tengo

lo tengo muy claro,

un par de manos, 20 dedos

y un cuerpo que se está haciendo viejo

pero con la mente intacta y llena de ideas. 

Mi sueños no son los de antes

porque los de antes estaban repletos de hambre

y los de ahora están llenos de viejas historias

y no es lo mismo sentir el peso del futuro

que la ansiedad de no tenerte. 

Antes era un tío lleno de orgullo

y ahora, me siento delicado con todo

y una mala palabra

o un mal gesto

o una falta de detalles

no sé si me hieren o me matan

pero si sé que me hacen demasiado daño.

Ahora quiero vivir en la inopia de la nada

y poco a poco hacerme a la idea de que me voy a morir

y hacerme esa idea

y como viejo utópico que soy

recrearme en la idea de que a lo mejor en la otra vida

tengo la verdadera oportunidad de poder volar.













Y ahora, vuelo bajo



 Y ahora, vuelo bajo

me gustan los vuelos rasantes a flor de piel

y vivir en el aire como un don nadie

y al mismo tiempo tocando suelo y cielo

quiero saber que hay tras aquella nube

o aquella montaña

o que hay en el cajón de mi mesilla de noche

donde reina el caos

y contar los pasos que hasta aquí he dado

y hacer del pasado un recuerdo entrañable

y dejarlo impreso en los remolinos de mi cabeza

y decir al mundo

mundo no te pares

y sigue rodando por el espacio

y mientras yo me elevo muy despacio

y con buen pie y buena letra

yo seguiré comiendo causas

y escupiendo anhelos.












JULIO CORTÁZAR