Sin título y sin apellidos
no tengo nombre
ni siquiera tengo un tesoro escondido
lo que yo tengo
lo tengo muy claro,
un par de manos, 20 dedos
y un cuerpo que se está haciendo viejo
pero con la mente intacta y llena de ideas.
Mi sueños no son los de antes
porque los de antes estaban repletos de hambre
y los de ahora están llenos de viejas historias
y no es lo mismo sentir el peso del futuro
que la ansiedad de no tenerte.
Antes era un tío lleno de orgullo
y ahora, me siento delicado con todo
y una mala palabra
o un mal gesto
o una falta de detalles
no sé si me hieren o me matan
pero si sé que me hacen demasiado daño.
Ahora quiero vivir en la inopia de la nada
y poco a poco hacerme a la idea de que me voy a morir
y hacerme esa idea
y como viejo utópico que soy
recrearme en la idea de que a lo mejor en la otra vida
tengo la verdadera oportunidad de poder volar.

