SINDROME DE BURNOUT (O sindrome del quemado)



Caí y caí rendido a los pies de Morfeo. Me quedé tieso después de comer y acabo de despertar, más o menos una hora de sueño, y tampoco quería dormir más, si no ésta noche a ver quien es el guapo que
puede conciliarse con Morfeo. Ahora estoy grogui y noqueado y mientras fumo un cigarrillo, para ver si me despejo, pues a mi fumar me despeja, supongo que será por el puto vicio que tengo. Que pena de día, que pena, un día espléndido y yo metido en mi cueva. Por eso cuando se valora mi horario, pienso que no se tiene en cuenta su cara oculta, la cara desagradecida, la resaca después de 24 horas de curre. Y la noche, la noche nunca está pagada, empezando que si tienes la suerte de poder dormir, el sueño es de otra forma, es más superficial y siempre se adorna de pesadillas. Y si duermes poco, entonces es bestial y ahora en verano, a ver quién es capaz de llegar a casa y meterse directamente en el sobre, yo no, pues te pones a pensar en el día que hace y tú en la cama haciendo el gilipollas. Sé por mi propia experiencia, que hasta mañana no estoy recuperado y entonces si sumo el total es: el día anterior de la guardia que te acuestas temprano, el día de la guardia que te das un buen madrugón, después las 24 horas y las otras 24 horas de puta resaca.

                            Claro que después libro de media, tres o cuatro días y menos uno o sea el siguiente de la guardia, pues queda en dos o tres días libres y eso sí a partir de aquí, hay que saber que dejan de existir los fines de semana y los festivos, o sea que andas al revés que el resto del personal: un lunes y un martes para mí son un sábado y un domingo, pero bueno tampoco es para tanto, yo sobrevivo y hasta puedo decir que me he acostumbrado. Lo que me pasa, lo que realmente me pasa, es que desde hace dos semanas, estoy quemado o sea padezco el sindrome del quemado o sindrome de Burnout, pues estoy hasta los huevos y necesito las vacaciones como agua de mayo. Lo noto porque en las guardias, en éstas dos últimas, ya no estoy igual, voy de mala gana y nada más llegar estoy deseando que llegue la hora de salida.  Os juro que las guardias no son iguales, te agobias y estás a disgusto y lo peor es que el tiempo no se compadece y es resentido, pues como tú te estás deseando que pasen las horas, él se lo cobra vengándose y los segundos son horas y los minutos se hacen meses y las horas se convierten en interminables.

                              Cada cosa tiene su punto y yo ya no veo currando todos los días, no sé, supongo que me he acostumbrado y lo he hecho con todas sus consecuencias, con lo bueno y con lo malo. Y eso es lo que quería aclarar, que éste horario también tiene sus puntos negativos y sino que me lo pregunte alguien ahora, en éste momento en que me estoy  cagando en  el estúpido e idiota que inventó éste horario siniestro.

                              Después  de parir éste engendro que tenía dentro de mi cabeza, hice lo mejor que podía hacer y fué irme a dar una vuelta, para ventilar mi cabeza. Y eso hice y he disfrutado como un niño, viendo los colores del atardecer en mi pueblo, en concreto en la Cala de Cales Font, el muelle desde donde nace el sol, el sol nace en las entrañas de sus aguas cristalinas. Os dejo unas fotos de mi vuelta, para que veais que no os engaño, que yo vivo en el paraiso y menos mal que vivo en él, sino como levantaría mi ánimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR