y además, se viste de soledad
pienso yo...por un momento...
y como si me sirviera de consuelo en éste anochecer invernal...
Porque no me quiero ver reflejado en mi propio espejo,
y es que me duele la verdad
y me escuece la mentira piadosa
y el reflejo de mi iris sobre el frío cristal...
Sé que a veces prefiero
mirarme en espejo ajeno,
más que en el mío propio,
a veces pasa eso,
prefieres la mirada del conocido pero desconocido
que la del amigo que te va a decir la verdad.
En el fondo la playa sigue sola,
le adorna la espuma de las olas
y la suave brisa que viene del más allá
y entre una y otra secuencia de olas,
se cuela el milagro del silencio
y el sonido de arrastre de arena mojada
y de la espuma
que precisamente vienen del más allá
y es que el mar se encrespa con la luna llena
y en el horizonte
las gaviotas se ponen a volar...

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