TENGO NOMBRE DE SUEÑO










Malena tiene nombre de tango

y yo tengo nombre de sueño,

me encanta el nombre de Bruno,

que no es mío y porque fue adoptado,

pero según la declaración de los derechos humanos

todos podemos cambiar de sexo y hasta de personalidad
...y...
¿y porque no de nombre?

no todo tiene que acabar en frontera,

en límites, en alambradas...

yo quiero ser del país de nunca jamás

 porque no hay amores eternos,

ni hay nombres perpetuos,

ni las ansiedades son permanentes 

ellas fluctúan como bancos de hielo en la densa neblina,

hay algo evolutivo dentro y fuera de nosotros,

la piel se descama y se transforma en piel más dura

 los párpados caen como persianas cansadas de tanta ver lo que no se ve,

 los huesos se deslustran como esponjas de mar porosas,

y todo, se hace más ciego, más cansado y más desgastado

 todo se viste de sepia y de vacíos rotos,

mis fotos son así,

rotas por el paso del tiempo,

carcomidas por hambre de ratones,

amarilleadas por tonos otoñales,

y en el medio de cualquier esquina de la foto,

aparezco yo... 

como escondido,

como medio borrado,

como si mi cara fuera volátil

y de mis hombros salieran alas de algodón,

y Malena no tiene nombre de tango

y yo tengo nombre de sueño.

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JULIO CORTÁZAR