Quiero decirte una cosa:
que la vida prosigue
y que yo sigo montado en un caballo blanco,
voy al trote y como siempre
me dirijo hacia una quimera
que ahora, no voy a contarte cual es,
es de suponer que si me conoces,
y espero que sí o que no
o me da igual,
que te resulte fácil de suponer,
tú sabes que mis quimeras son grandes
y son inmensas,
que tiene alas y viento,
que están hechas de sueños
y de hermosas tardes de chimenea,
que son de tejido mágico,
que tienen duende y hada...
pero tengo que decirte que en ese viaje,
no caben dos,
yo soy el piloto y el polizón,
¿y es que para que te voy a engañar?
y nada de donde cabe uno...caben dos,
bueno, puede ser,
pero en mi caso no hay excepción a mi regla,
entro yo y mi yo
y nada de controlarme de cerca
y para ver si ablando mis ideas un poco,
y esto no es mensaje subliminal
y es un mensaje cruel y descarado
ni tú ni nadie
podrán doblegar mi voluntad de hierro
éste es mi deseo
y quería dejártelo por escrito
creo que ahora me tendré que despedir de una puta vez,
¡¡¡¡hasta nunca!!!!
y no te voy a decir que me alegro de haberte conocido,
porque mentiría
yo hace mucho tiempo
que dejé la compasión a un lado
o en la cuneta de cualquier carretera,
por tanto sigo avanzando
sobre mi caballo blanco
y por cierto
¿Cómo era tu nombre?

No hay comentarios:
Publicar un comentario