SACARSE UNA MUELA
lo más doloroso de sacarse una muela
es dejarla ir
abrir la quijada y parirla
no pensar que con ella
se va algo que nunca volverá
lo más doloroso
es lo que se deja ir
yo reventé en lágrimas
como en un funeral
porque aunque ya no la quería
no estaba lista para despedirla
porque a pesar de la certeza
que las cordales nunca se quedan con una
no estaba lista para despedirla
sólo quiero una mano que apretar
que comprenda
lo mucho que me duele que me la arranquen
entender que después de hoy ya no estará viva
y tenga que enterrarla en algún cajón del recuerdo
y condenarla al olvido
me duele despedir mi muela
como me duele la muerte
porque una nunca vuelve a ser la misma
-Rebeca Eunice Vargas Tamayac-
(Ciudad de Guatemala, 1984)

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