LA ESPUMA DE AQUELLOS DÍAS

 

Desde que desapareciste de mi vida
me siento mejor
más liviano, menos ácido y más cómodo...
Cosa que agradecen
mi estómago y mis cuerdas vocales,
y por supuesto... mi alma de rata inmunda,
porque tampoco merezco un aplauso por mis actos,
no soy un alma que siempre estuvo limpia,
me sigo envileciendo en cualquier esquina,
guardo toneladas de resentimiento
dentro de mi ventrículo izquierdo
y en las noches de luna llena
me sale espuma por la boca.
Soy un ser del otro lado
tengo rabo, cuernos, verrugas y sabañones,
mi alma es como la noche más oscura,
duermo boca abajo para encharcar mi cerebro de tóxicos y drogas...
y los días y meses van pasando como el aire que respiro,
y ahora no eres más que una mancha aceite en mi expediente.
Lejos han quedado aquellas tardes de locura interminable,
fuiste, pudiste, estuviste...
pero el tiempo ha sido el mejor encargado
de limpiar a fondo
la espuma de aquellos días.






















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