SOMOS DOS

 

Con mi inmadurez de niño incomprendido
y con mi armario repleto de ropa que ahora no puedo usar,
voy a estribor y a babor,
ahora voy vestido de aquella manera tan sin apellidos
y en definitiva
voy queriendo lo que no debo querer
pero disimuladamente lo hago...
Creo que siempre he pecado
de querer lo que no puedo querer.
Y así, me fue...
Y todo esto dicho,
sin remordimientos que me atormenten por dentro
y todo esto dicho,
sin brillo de navajas que reclamen sed de venganza
y sin que corra la sangre bajo mis pies descalzos.
Veis lo que soy,
pues así, soy,
Así de simple
y así de complejo
y así de complicado
y hasta hay veces en que me canso
de ser yo mismo ante el mismo espejo.
Y de nuevo demuestro
que uno más uno son dos
y la solución
no está
en decir que somos dos siendo uno
y porque insisto,
somos dos y muy diferentes.
Al final,
somos dos
pero a veces
somos uno
y muy de vez en cuando
somos dos en uno
pero solo muy de vez en cuando somos uno en dos.



















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JULIO CORTÁZAR