LA VANIDAD

 



Hace un año leí un articulo en el que se le hacía una entrevista a un tipo que se había hecho el "rey de los ebooks" y que ahora y no se porqué, me vino a la cabeza. Me acuerdo que el tío era el prototipo del sueño yanqui, triunfador nato, ya con pasta gansa en abundancia, pues había sido un alto ejecutivo de una empresa multinacional. Ahora ya estaba jubilado y decía que desde siempre le gustaba escribir. Bueno, pues en un año hizo como tres libros y que intentó vender como ebooks y resultado, cero patatero. Pero él era un avezado ejecutivo e ideó una táctica y una estraregia, esto no lo decía él, lo digo yo.
Si no vendo así, pensaría, pues me plantearé lo que mejor sé hacer y entonces volvió a los ebooks, pero promocionándose por las redes sociales, al mismo tiempo el tío seguía escribiendo como una bestia parda y en ese año llegó a escribir 9 libros y todos escritos a la vez. Me lo figuro, una hora para cada libro o mejor dicho, dos horas, pues según él sólo necesitaba dormir 3 horas al día, vamos exactamente igual que Einstein. Se notaba que el tío aspiraba alto. Decía que contactó con personas a través de las redes y que poco a poco le fueron dando su apoyo y claro al final, rompió aguas y empezó a vender ebooks como chorizos, creo que varios millones, eso sí a precio de saldo cada uno, no sé si eran entre dos a cuatro euros cada uno. Bueno pues ante vosotros teneís al "rey de los ebooks".
A mi éste rey me sonó a rey artificial, a rey de ventas por marketing, a rey especulador y desaprensivo, o a rey de los montajes y voy  a explicar el porqué. Primero, porque el primer año no rascó bola en ventas y en el segundo y estoy seguro de ello, contactó con varios personajes a través de las redes y claro, los huntó de pasta. O sea el tío como alto ejecutivo tenía pasta suficiente para ir comprando a la gente y estudió estratégicamente a quién debía hacerlo o sea, a personajillos de medio pelo, pero que eran influyentes en las redes sociales. Así empezó a triunfar en su segundo año y con el beneplácito de Amazón. Amazón estaba necesitada de un héroe americano y éste señor cumplía casi todos los requisitos de como hacerse a si mismo, aunque en realidad fuera a golpe de talonario. Esto vende mucho, esto forma parte del sueño de que todo se puede llegar a conseguir en América, aunque éste no salió precisamente de las cloacas, pero después pudo tocar el cielo más que nunca.
Yo sinceramente no sé como escribía el tío, pero de la lectura de la entrevista extraje las anteriores conclusiones y ya ví lo borde, lo pretencioso y lo mafioso que el tío era. Salían unas fotos que me lo confirmaban aún más, pues de fondo ponía su mansión tipo sureña de a todo lujo y de alto ejecutivo. Y es que no se cortaba y en el dormir se comparaba a Einstein y en que no le costó nada, pero nada, escribir 9 libros a la vez, vamos como si fuera todo coser y cantar.
Y a que viene todo éste rollo, si el tío no tiene nada de interesante. Pues a que yo caí en sus redes, es decir, mi vanidad me hizo caer parcialmente en creer en ese sueño y me dejé llevar por los millones de ebooks o sea, por necesidad de reconocimiento y de la pasta. Durante un tiempo soñé que yo podía llegar a lo mismo que él. ¡Hombre! tampoco me lo creía totalmente, pero si fue durante un tiempo corto una parte de mis sueños. La vanidad, la vanidad te rompe tus principios y hasta te cambia la forma de ser, aunque tampoco dio tiempo para eso, pues por suerte me dí cuenta casi enseguida, de la trampa en que había caído y rápidamente salí de ella. Durante ese tiempo valía más vender y como fuera, que disfrutar escribiendo. Pero en el fondo es bueno tener tentaciones, porque sino las tienes nunca las superas y aún así, nunca se sabe hasta que punto las tienes superadas de verdad. Escribiendo esto, creo que estoy demostrando que si no las tengo del todo superadas, pues casi. Aunque la vanidad es un monstruo que tiene muchas caras y cuando ve que a una de ellas le cierras una puerta, busca otra rápidamente y seguro que se te cuela por cualquier fisura.

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