Yo creo en lo que me digo y siento
y siento que las tardes de verano son largas
pero son estrechas de miras
y porque sobre ellas, domina el sol
y hay que buscar refugio bajo una amable sombra
y una vez conseguido este objectivo
podremos hablar de otras cosas.
Pero nunca antes
y es que el sol lo domina todo
y aparte de una tarde verano
domina las mañanas
y porque el sol preside su desfile matinal
y todo tiene que girar alrededor del sol
y hasta yo y aunque yo no quiera,
pero tengo que reconocer que es una franquicia
que de momento no cobra tributo
aunque ya hay algunos avispados
que hablan del impuesto al sol
y tal como hicieron con el agua potable
y como harán cuando al tierra deje de dar vueltas sobre su eje
y por cada vuelta que dé crecerá esa cifra de inicio
y como harán con la luna
y cada haz de luna tendrá su valor en el mercado bursátil
y como harán con el aire que respiramos
y cada inspiración costará una pasta
y el aire que exhalamos
tendrá que ser otro impuesto aparte.

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