Y no me hagas perder el tiempo
me digo a veces
y porque el tiempo es sagrado
y la pérdida de tiempo no tiene justificación ninguna.
Todos somos pequeñas partículas de tiempo
y a cada paso que damos
somos otro minuto u otra hora
y no es lo mismo lo que éramos
que lo que somos
y porque por encima de nosotros
ha pasado la máquina del tiempo
y como una apisonadora que aplastó sin compasión nuestra pasado
y que está dispuesta a aplastar nuestro futuro
pero nosotros somos seres que tenemos nuestras propias ideas
y no somos máquinas del tiempo perfectamente sincronizadas
y menos mal que hay algunos que defendemos esas ideas y como mejor podemos
y a base de esfuerzo y constancia
y día día y minuto a minuto
y por eso podemos llegar a equilibrar la balanza
y en esa búsqueda del equilibrio constante
estamos metidos hasta el cuello
y lo que era antes
también lo puede ser ahora
y en esa fracción de tiempo que ha pasado entre una cosa y la otra
es por donde podemos colarnos
y hacer que nuestra memoria triunfe
y que el futuro que nos espera tenga los mismos ingredientes.

No hay comentarios:
Publicar un comentario