Yo sé que algo o no sé que era...
me comía por dentro,
que mis entrañas se convertían en un amasijo de carne, mierda y vísceras,
que mis dientes se caían por tanto furor y temblor de encías
que mis huesos se hacían débiles y frágiles
que mis compañeros de lucha
se hicieron vampiros buscadores de sangre ajena,
que mis tomates eran granadas de mano a punto de petar,
que mis anhelos eran quimeras colgadas de un manzano,
y que al final
yo me salvaba y por una intuición malvada,
y que así acababa ese sueño... mi sueño...
el río desbordado por tanta gente
mientras a mí me devoraban una manada de hienas carroñeras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario