La idea era otra.
La idea era empezar de nuevo,
era hacerse un hombre de verdad y de mentira,
era ponerse el traje de valiente
salir a la calle
y gritar
¡Aquí estoy yo!.
Pero en fin,
soy más cobarde que valiente
y más sensible que insensible
y más apto
para permanecer callado
que para exaltar los egos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario