LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES







Hoy es sábado y día 25 de abril

y ya debemos estar alrededor de la 

cuarentena,

de la cuarentena de verdad

y no de la mentirijillas,

estaremos sobre los 40 días de encerrona (más o menos),

si es más, menuda putada de 40 días hemos pasado

y si es menos, es más putada

y porque nos quedará más tiempo que pasar...

hoy es sábado y me lo repito nuevamente

 hoy es sábado y como si fuera un puto rezo

o un puto mantra de ecos de interminables voces,

sábadoooo...sábadooooo…sábadoooo...

y volvemos a empezar y para ver si arranco de una vez...

hoy es sábado

y día 25 de abril,

día de la revolución de los claveles en mi Portugal del alma,

un día como hoy

los portugueses se pusieron las pilas

y salieron a la calle a reclamar libertades 

y los claveles les sirvieron como balas mudas,

claro que si te disparaban un clavel

te enamorabas de quién te lo había disparado,

y las bocas de todos los fusiles

fueron tapadas por millones de claveles,

romántico,

poético, 

tierno,

utópico pero real,

el problema vino después,

 de todo lo que pedía el pueblo

al final, se quedó en la mitad,

pero eso pasa con todo,

tú pides y exiges

y después,

te dan gato por liebre,

o te venden todo como bueno

y en realidad, sólo funciona al 50%,

como los test rápidos del covid 19,

que dicen que funcionan

y que después no funcionan tanto,

algunos dicen que al 60 %

otros que al 80% si se suma una buena historia clínica

y si los tomates bajan de precio

y haces una deliciosa ensalada con ellos,

entonces la cosa se pone al 90%,

y por último están los negativistas que todo lo niegan,


pregonan el no al aislamiento o al confinamiento,

que no entienden como se pudo parar la economía,

pero que sino se llega a parar, dirían lo contrario,

que si los PCR, 

que si la Serología o test rápidos

son un pegote bolchevique importado de la china maoísta,

que si lo único que sirve es la lejía en chute y por vena,

que si el Gobierno es una dictadura comunista

o bolivariana

y de tanta mierda que salpican

se llenan la boca de saliva de odio y rabia,

son esa ultraderecha fascista que ladra y muerde,

pero si les vacunas de la rabia y les colocas un bozal,

parece que todo les pasa

o por lo menos los enmudeces,

que es lo que importa

no oír o hacer oídos sordos al odio que emanan,

que sino mis queridos señores fachas, 

tendremos que recurrir a nuestra última medida

sabréis que si ladráis en el silencio más mudo

será
porque os hemos arrancado las cuerdas vocales,

porque además creo y además está demostrado

que esa enfermedad maligna no la curan ni los claveles en vuestra boca,

¡la maldad y el odio son un cáncer que algunos tienen dentro de su podrido cerebro!.


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