Déjeme que le explique:
Yo fui un gran señor sin trono
que ni siquiera tuvo pingües beneficios.
He sido un granjero sin ganado
un campesino sin tierra
y un amputado de cerebro
con cuatro o cinco ideas,
pero como me gusta ponerle flores a todo,
logré ponerle tanta belleza
que hasta hoy en día
alucino con su brillo y destellos.
Yo fui tantas cosas
que casi no me acuerdo
de lo que he sido.
Pero en el fondo
¡qué coño me importa!.

No hay comentarios:
Publicar un comentario