Por tanto, soy un exprimidor de vida. Y como hacen los yanquis en sus películas, yo me acojo a la segunda enmienda, que no sé cual es, pero suena que te cagas. Como decía uno, "yo soy un cazador de sueños" y sueño que atrapo...me quedo con él o con su esencia o sustancia y ahí no tengo reparos, como vea un buen sueño y aunque sea ajeno, me lanzo en plan descarado y no lo hago mío del todo, pero sí me quedo con alguna parte de lo que realmente importa. Porque yo no voy de santo, ni de buena persona toda bobalicona, pero eso sí, si robo lo digo y lo reconozco y si hace falta, pediré disculpas. Y por eso yo no sirvo para político. Porque reconociendo todos mis pecados, que son muchos e intensos, no me votarían ni las cucarachas.

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