Yo, a pesar de todo, no me siento tranquilo. Sí, a pesar de haber escrito sobre el tema de mi hijo y de haber puesto a ese trozo de carne con ojos en su sitio. Y no me siento tranquilo porque hoy ha surgido éste impresentable elemento, pero mañana surgirá otro y pasado otro y así, hasta el infinito. Por eso me pasa que cuando los políticos se llenan la boca con el vocablo Pueblo, yo hago mis propias distinciones. Sí un individuo de éstas características forma parte del Pueblo, yo pido mi dimisión ahora mismo como parte integrante del Pueblo. Y si sólo fuera un caso y sólo fuera éste individuo, pero no señores, los hay a millones.
La verdad es que me es muy difícil de entender el descerebre que tiene alguna gente y es que no entiendo ninguno de sus motivos. Puedes ser un tío deprimido o un tío muy loco o un chorizo de poca monta y todo estos casos los entiendo y porque no todos vamos a ser igual de felices, de cuerdos o de legales. En la variedad está la grandeza de sabores de las salsas. Y yo prefiero tropezar con una piedra, con un tronco de corcho, con un castillo de naipes, con un tanque de puro acero alemán, que con un individuo vacío por dentro.
Me duele y me duele mucho, me duele lo que es un insulto, o sea que un tío problema o un árbitro chiquilicuatro, se atreva a decir que utilizamos a nuestro hijo Down. Pues si utilizar es querer que se sienta bien y que disfrute de la vida, pues entonces sí, entonces sí que utilizamos y a mucha honra. Y es más, yo estoy dispuesto a usar todas las artes que hay en la Tierra y si hay que luchar más, se lucha y si hay darle la vuelta al mundo, se le da y con todos los motivos. Por éste motivo y causa, nunca me voy a cortar y si tienen que rodar cabezas, rodarán y si al famoso árbitro de mierda hay que meterle el pito por su asqueroso culo, yo seré el primero en hacerlo. Hoy me hierve la sangre por dentro y la ira es mi energía vital.
La verdad es que me es muy difícil de entender el descerebre que tiene alguna gente y es que no entiendo ninguno de sus motivos. Puedes ser un tío deprimido o un tío muy loco o un chorizo de poca monta y todo estos casos los entiendo y porque no todos vamos a ser igual de felices, de cuerdos o de legales. En la variedad está la grandeza de sabores de las salsas. Y yo prefiero tropezar con una piedra, con un tronco de corcho, con un castillo de naipes, con un tanque de puro acero alemán, que con un individuo vacío por dentro.
Me duele y me duele mucho, me duele lo que es un insulto, o sea que un tío problema o un árbitro chiquilicuatro, se atreva a decir que utilizamos a nuestro hijo Down. Pues si utilizar es querer que se sienta bien y que disfrute de la vida, pues entonces sí, entonces sí que utilizamos y a mucha honra. Y es más, yo estoy dispuesto a usar todas las artes que hay en la Tierra y si hay que luchar más, se lucha y si hay darle la vuelta al mundo, se le da y con todos los motivos. Por éste motivo y causa, nunca me voy a cortar y si tienen que rodar cabezas, rodarán y si al famoso árbitro de mierda hay que meterle el pito por su asqueroso culo, yo seré el primero en hacerlo. Hoy me hierve la sangre por dentro y la ira es mi energía vital.
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