ESTADO (Poema)

  Lo mismo que miro hacia arriba,
puedo hacerlo hacia abajo,
puedo mirar al cielo,
como puedo profundizar en la tierra,
hasta llegar a las calderas del infierno.
    Lo mismo que puedo caminar sobre un hilo,
que caminar sobre una alfombra persa,
la diferencia está en la concentración de ese momento.
    Igual que puedo tumbarme bajo una higuera,
que acostarme sobre una chumbera,
todo depende del momento,
y el momento depende de mi estado.
    Mi estado suena fuerte, potente,
suena a pais armado y fortificado,
 suena a burocracia, a departamentos,
a ministerios, a sobres del Bárcenas,
a políticos corruptos, a banqueros,
a capuchos de semana santa,
a policía, a fuerzas armadas,
todo esto tiene tufillo a estado.
    Mi estado no existe,
pues porque yo no tengo estado,
tengo momentos, situaciones,
ánimos diferentes, cambios de humor,
penas, lloros y alegrías,
risas, amarguras y desasosiegos,
y esto no me determina niigún estado,
más buien lo contrario,
pues yo me siento libre,
y libre sin tener un estado permanente
o un estado establecido.
   A mí, me gusta vagar por lo desiertos,
me encanta cambiar de ánimo, de humor,
de conciencia, de cuerpo, de alma, de vida,
me gustan los caminos áridos,
los martes y trece,
los domingos despues de misa,
los gatos negros,
las tijeras abiertas,
las noches de los sábados,
los miércoles de ceniza,
y me gusta, por ejemplo, la puerta de mi casa.
Entonces me gustan muchas cosas,
y me gustan de una en una,
poquito a poco, saboreando la botella,
olisqueando el fino aroma,
mordisqueándo la yugular,
besarle en la mejilla,
me gusta eso,
y también me gusta su cuerpo entero.

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JULIO CORTÁZAR