Cuando esteis preparados,
y cuando realmente lo esteis,
sólo teneis que haceros avisar,
y que suenen las campanas a coro,
y el reloj de la plaza repique sin cesar,
y todos juntos desfilando,
desfilando, al ritmo de una marcha militar.
Yo por mi parte,
tengo mi equipaje preparado,
mi ropa, mis pensamientos y deseos,
envueltos en papel albal,
para así, sin más, unirme a los demás.
Y mentalmente,
yo me siento lúcido,
despejado y clarividente,
y sé perfectamente cual es mi objetivo,
y cual es mi prioridad sobre las demás.
Dejadme sólo un día,
con mis armas, a mi sólo y con nadie más,
y notareis como corre la sangre,
y os juro y perjuro,
que si hace falta moriré en el intento,
pero os aseguro, que nunca daré ni un paso atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario