te sigo buscando amigo,
te he escrito un poema,
y te he mandado mil mensajes,
y nada amigo,
tú sigues siendo
un deseo que no alcanzo,y que al parecer, nunca alcanzaré.
Veo tú foto, tú cara, tú pelo,
tú sonrisa cínica,
y casi no te reconozco,
y tengo que retorcer mi memoria,
y es por tú sonrisa,
sí, por tú sonrisa cínica,
por lo que yo te identifico,
y es por ella y gracias a ella,
la que tiene el poder,
el poder de acercarnos..
.
A lo mejor amigo,
no estás para poemas,
ni mensajes, ni para decir nada,
y a lo mejor soy inoportuno,
y presiento que sí,
que mis palabras son dardos envenenados,
pero, con perdón, es como mejor me expreso,
y sé que son palabras escasas y escuetas,
pero su virtud,
es que son sentimientos llenos de belleza.
.
Amigo, cuantos recuerdos tengo,
y que pena, que no pueda compartirlos,
o es que tienes miedo a hacerlo,
y tús motivos tendrás,
seguro que los tendrás, compañero,
pero éste viaje por la vida,
llega a un punto sin retorno,
y es cuando empieza a apagarse la vela.
Amigo aún estás a tiempo,
de decirme algo,
una palabra, un saludo,
un beso, o simplemente un hola,
algo que sirva para tender un puente,
ya sea el viejo o uno nuevo, u otro distinto,
pero donde hubo siempre queda,
y aún queda parte del puente,
ese trozo que trenzamos con nuestras manos.
.
Querido amigo,
el tiempo pasa como pasa todo,
pero no le des tanto tiempo al tiempo,
pues el tiempo es voraz como una piraña,
y nos va carcomiendo por dentro,
y al final, y al final,
no deja ni que los recuerdos pervivan.
Así es la vida, amigo mío.
Ah!! y yo por cierto aún sigo aquí,
y sigo esperándote debajo del puente,
el mismo puente en que los dos,
tuvimos el gusto de conocernos.
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