tierno, na.
Ayer me preguntaba si ahora venía una época de sequía, no estoy acostumbradoa estar cuatro días casi en blanco, casi sin escribir nada y la verdad es que no lo sé. Escribir refleja la actividad cerebral y de creatividad, y al parecer está pidiendo papas. Aunque por 3 o 4 días tampoco le voy a dar más cuerda, supongo que será cansancio mental o hartazgo de sentirse esclavizado por éste teclado. Así que a continuar en la brecha, que no se diga que no lo intento.
Me viene a la cabeza la TERNURA, palabra preciosa con un significado , según la R.A.E., contradictorio, pues por un lado refleja cariño, afecto y por otro habla de persona que no aguanta la presión o sea que se rompe con facilidad ante alguna dificultad. O sea su significado hace una relación lineal entre el ser afectivo y cariñoso con el ser débil o que se rompe ante la presión.
Pensando en éste tema no sé el porqué se hace esa relación tan simplista, entre la debilidad y la afectividad, y tanto las relaciona que la misma palabra tiene los dos significados a la vez. A lo mejor peco de mal pensado, pero esos dos significados están cargados de ideología, unir lo débil al afecto o sea persona afectiva o cariñosa sinónimo de persona débil. Y es que en realidad es un tanto machista la carga que lleva, ya que afecto y ser cariñoso en principio suelen ir ligados al sexo femenino y en conclusión: mujer igual a debilidad. En contraprestación, el ser rudo, bruto y desafectivo entrarían dentro de los criterios masculinos.
Pues no señor, yo me reivindico y mantengo que ser afectivo y cariñoso es un atributo y que fortalece a las personas, sean del sexo que sean. La fortaleza se demuestra en el día a día y ahí el afecto y el cariño son piezas fundamentales, La otra cara, la fortaleza que se demuestra por cojones y porque aquí mando yo, es esa fortaleza que tienen los débiles mentales, esa fortaleza rígida y sin concesiones y que por desgracia, en ésta sociedad en la que vivimos es la que se impone. Pero los débiles por fuera somos fuertes por dentro y aguantamos chaparrones y tormentas, pues hemos aprendido a ser pacientes y sólo tenemos que esperar a que llegue eldía en que afectivamente y con mucho cariño les podamos dar el palo definitivo. Todo llegará, seguro.
Ayer me preguntaba si ahora venía una época de sequía, no estoy acostumbradoa estar cuatro días casi en blanco, casi sin escribir nada y la verdad es que no lo sé. Escribir refleja la actividad cerebral y de creatividad, y al parecer está pidiendo papas. Aunque por 3 o 4 días tampoco le voy a dar más cuerda, supongo que será cansancio mental o hartazgo de sentirse esclavizado por éste teclado. Así que a continuar en la brecha, que no se diga que no lo intento.
Me viene a la cabeza la TERNURA, palabra preciosa con un significado , según la R.A.E., contradictorio, pues por un lado refleja cariño, afecto y por otro habla de persona que no aguanta la presión o sea que se rompe con facilidad ante alguna dificultad. O sea su significado hace una relación lineal entre el ser afectivo y cariñoso con el ser débil o que se rompe ante la presión.
Pensando en éste tema no sé el porqué se hace esa relación tan simplista, entre la debilidad y la afectividad, y tanto las relaciona que la misma palabra tiene los dos significados a la vez. A lo mejor peco de mal pensado, pero esos dos significados están cargados de ideología, unir lo débil al afecto o sea persona afectiva o cariñosa sinónimo de persona débil. Y es que en realidad es un tanto machista la carga que lleva, ya que afecto y ser cariñoso en principio suelen ir ligados al sexo femenino y en conclusión: mujer igual a debilidad. En contraprestación, el ser rudo, bruto y desafectivo entrarían dentro de los criterios masculinos.
Pues no señor, yo me reivindico y mantengo que ser afectivo y cariñoso es un atributo y que fortalece a las personas, sean del sexo que sean. La fortaleza se demuestra en el día a día y ahí el afecto y el cariño son piezas fundamentales, La otra cara, la fortaleza que se demuestra por cojones y porque aquí mando yo, es esa fortaleza que tienen los débiles mentales, esa fortaleza rígida y sin concesiones y que por desgracia, en ésta sociedad en la que vivimos es la que se impone. Pero los débiles por fuera somos fuertes por dentro y aguantamos chaparrones y tormentas, pues hemos aprendido a ser pacientes y sólo tenemos que esperar a que llegue eldía en que afectivamente y con mucho cariño les podamos dar el palo definitivo. Todo llegará, seguro.

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