UNA DESPEDIDA (Poema)

Se podían haber dicho tantas cosas,
y en cambio no se dijeron ninguna,
sólo se dirigieron la mirada,
y con eso les llegó, y les fué suficiente,
pues los dos sabían leer en los ojos del otro.

Un adiós roto por una sonrisa,
no hubo más, ni siquiera un beso,
o un gesto de aprecio,
les llegaba con saber,
 que nunca se volverían a ver.

Una despedida sin palabras,
muda  y sin lágrimas,
densa y tensa,
dura  y fria como el acero,
el último adiós y el adiós definitivo.

Se podían haber dicho tantas cosas,
y nada se dijeron,
y los dos miraron al suelo,
sin atreverse a levantarlos,
pues sus ojos ya eran un mar de lágrimas,
y sólo se dieron el último beso,
el beso que les condenaba a cadena perpetua,
pues los dos sabían,
 que su condena era,
 que nunca volverían a verse.

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JULIO CORTÁZAR