UN ALMA QUE SANGRA (Poema)

Soy un alma  que sangra,
y sangra por sus heridas mortales,
o a lo mejor son heridas divinas,
y estoy abierto en canal,
y tengo separado mi tronco del alma.

Mi alma sangra
y yo me retuerzo en mi descontento,
y me duele y me hace daño,
y me tortura dentro de una mazmorra,
es mi propia alma,
 a la que creo que yo conocía.

Me araña con sus uñas de plata,
me quema con su cigarrillo encendido,
me pellizca con sus dedos negros,
y es mi alma,  es mi propia alma,
mi alma a la que yo quiero,
la que me tortura y me hace daño.

Soy un ser sufriente y arrepentido,
soy un extraño, un maligno,
un desertor de los sentimientos,
un escapista sin saber de lo que escapa,
soy la confusión a flor de piel,
y soy un imbécil que revuelve la basura.

Todo se retuerce dentro de mí,
todo son tornillos que se aprietan,
y que a veces se aflojan,
soy una máquina imperfecta,
llena de parches y averías,
y ese soy yo,
un desperdicio o un despojo,
o quizá sea una flor en medio de la nada,
la nada y el todo,
dos puntos distintos del mismo problema,
y ese problema soy yo,
soy yo y el porqué de mi existencia.

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JULIO CORTÁZAR