LA CARA Y LA CALA (Cosas de pueblo)

  Hoy ví una cara que hacía tiempo que no veía, una cara que nunca eché de menos,y que tampoco la echo ahora, pero un pueblo es un pueblo y más si el pueblo es pequeño, cualquier cara se echa de menos. En un minipueblo como éste, las caras son las mismas todos los días del año y todas tienen sus horarios, unas son caras de buena mañana, otras las son del mediodía, otras de la tarde, etc... Hasta los perros los conozco y sé donde mean y a que hora salen de paseo y cuando veo un perro no hace falta que vea al dueño, sé la cara que tiene su dueño. Y así pasa con todo, se nota cuando hay cambio de dependienta del supermercado o de la farmacia o de cualquier tienda. La vida aquí no se desliza, la vida aquí va demasiado lento como para deslizarse, transcurre a cámara lenta e incluso a veces parece que retrocede, pero después y muy lentamente, vuelve a resituarse.

                  Os juro que si me poneis un pañuelo en mis ojos verdes, yo os llevaría por todas las calles del pueblo y acertaría en el nombre de la calle y os diría donde falta un trozo de acera y en que lugar pasan las cucas a dar un paseo y cuantas son y a que hora vuelven. Me conozco éste pequeño pueblo mejor que la palma de mi mano y por tanto conozco a sus inquilinos. Y eso que yo no soy fisgón, ni cotilla, pero a fuerza de ver lo mismo todos los días, algo retienes. En verano la cosa cambia un poco, pues hay guiris y hay mano de obra de temporada o sea que vienen a currar en verano. La gran mayoría son andaluces y en Es Castell los más numerosos proceden de una comarca determinada, de,...de... (Lapsus), de que no me acuerdo y además que más dá, de una comarca donde Cristo perdió sus avarcas . De todas formas hay un poco de todo y eso enriquece el ambiente, el pueblo sale de su letargo invernal y las calles se llenan de gente, pero tampoco demasiado, pero si lo suficiente para que el pueblo tenga más vida.

                   Aparte que hay más actividades culturales, hay cine de verano, a la fresca, se dice aquí, hay actuaciones musicales y el muelle de Cales Font se muestra más bello que nunca. Esa es la principal atracción de éste pueblo, su cala más bonita, su cala engalanada. Los guiris atraviesan parte del pueblo pero sólo para llegar a la cala, del pueblo pasan y por tanto también pasamos nosotros de ellos. La cala es peatonal y se adorna de llauts o barcos típicos de aquí a lo largo de todo su recorrido y al otro lado del paseo, se superponen unos tras otro una buena ristra de restaurantes y chiringuitos de venta ambulante. P0ero lo más bonito es ver los llauts mecidos por esa mar en calma y comprobar la transparencia de sus aguas, y con luna llena ya es para cagarte allí mismo. Por lo demás es prohibitivo, dar una vuelta no cuesta un duro, pero sentarte a cenar te cuesta un riñón. De todas formas hay 3 o 4 sitios que son tipo pub o bar o una mezcla de ellos, donde te puedes sentar a beber una birra o un agua o lo que te apetezca y eso es lo que yo hago a veces, sentarme y contemplar esa estampa tan preciosa y que a veces de bella que es, te obliga a restregarte los ojos, pues sinceramente parece sacada de una postalita, de tan bien colocado y todo en su sitio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR