¿BUENA PERSONA?

                      Yo tengo dos cosas buenas. Una que soy voraz como una piraña y otra que soy tonto del culo y ahora me estoy preguntando cual de las dos tiene más peso. Creo que lo de voraz ya lo he demostrado suficiente con todo lo escrito en éste blog. Y lo de tonto del culo, no tiene una explicación científica, es nada más que un hecho y por tanto una realidad y lo soy, porque sigo creyendo que las cosas pueden cambiar y lo peor es que deposito toda mi esperanza en esa empresa.

                      Soy un animal utópico hasta la médula y mantengo mi utopía en un altar y la cuido y la mimo y cuando me siento débil de creencias le pongo una vela encendida. Soy así y no tengo remedio y me gusta todo lo malo y algo y sólo algo de lo bueno. Porque es así y siempre fue así, lo malo gusta más que lo bueno, lo malo atrae como un imán y en cambio lo bueno harta. Que sería de nosotros sin ese punto de maldad que nos hace ser más atractivos, porque lo bueno dicen que dignifica, puede que al principio, pero después lo bueno empalaga y casi de inmediato deja de atraer. No has cosa que más joda, que te digan que eres una buena persona, porque te sientes ninguneado y piensas, eso es como decirte que eres gilipollas. Y piensas para tus adentros, que mira que hay atributos que te gustaría que te dijeran, que eres listo, que eres inteligente, que eres simpático, que eres guapo, yo que sé, hay tantos.

                          Lo de buena persona, es parecido a cuando te dicen que eres una persona atenta. Atenta ¿de qué?, atenta de ser atenta y prestar la atención que requieren los de alrededor. Y no está mal la cosa, pero cuando es en lo que más destacas, eso suena fatal. Pues a mi y como hecho aislado, me suena a servil y esclavo y vas y le buscas una silla al viejo y se la ofreces y cuando se va a sentar no se la quitas de sopetón y así mandas a tomar por culo al viejo y aunque te pase por la cabeza, tú eres tan atento y bondadoso que te quitas la tentación de hacerlo.

                         Bueno pues no es así, hay viejos que no, que se merecen todo, pero hay otros que sería para darles de comer aparte y cuando es así, quién no tuvo esa tentación de quitarle la silla o ponerle la zancadilla o tirarlos por un precipicio o darles turrón duro en cambio del blando para ver si así le revienta la dentadura postiza. Nadie es libre de pecado, nadie y si entre esas opciones anteriores, coges la menos lesiva para el viejo, ya demuestras que tu alma es caritativa. Y puse de ejemplo a un viejo, pero lo mismo podía ser un ciego, un ciego cabrón de los que antes pululaban por las calles con demasiada frecuencia y daba bastonazos a todo el que pasara cerca, pues eso que se merece ese ciego, que le ayudes a pasar el semáforo cuando está en rojo y dejarlo en medio del atolladero, ¿o no?.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR