Y no se trata sólo de cagarse, de cagarse en todo lo que se mueve y se menea, aunque también un poco sí, pues a mi me encanta cagar y si encima cago encima de alguien que me cae mal, pues nada, un doble servicio. Pero a lo que iba, no se trata de cagar en cada esquina, se trata también de analizar y con pausa y por supuesto de dar alternativas. No sólo hay que decir que todo es malo, primero porque no es cierto, hay mucho de bueno en la vida y segundo, porque no hay que ser negativistas, pues lo negativo en grado superlativo, es oscuro y negro y al final, no se ve el futuro.
Si se trata de denunciar y de no arrodillarse ante nada ni ante nadie y se trata de ver que por encima de la miseria diaria hay una perspectiva de futuro o hay simplemente una idea y un objetivo y no es otro, que cambiar el mundo. Suena bucólico y utópico y suena a lo que es, a una idea quizá inalcanzable en la vida que nos queda, pero que mejor herencia a nuestros hijos, que dejar unas ideas. Y ellos a su vez se la dejarán a sus respectivos hijos y así hasta esa idea deje de ser una quimera y se convierta en una avalancha liberadora.
Yo a mis hijos no les meto el coñazo, primero por respecto hacia ellos, pues no es cuestión de comerles el coco, ellos se tienen que hacer a si mismos. Y quizá más adelante ellos me pregunten, ¿Papá que piensas de esto y de lo otro? y yo ya tengo preparado el discurso, bueno el discurso lo tengo preparado desde hace mucho tiempo, sólo que ahora lo tengo más afinado y más claro. Y ya sé que voy a ser tachado de iluminado y alucinado, pero nadie me podrá decir, que no tengo las ideas claras, las tengo claras como el agua, otra cosa muy distinta, es que mis ideas parezcan reales o realistas.Suenan a sueño irrealizable y supuran utopía, pero por eso mismo son puras e impolutas, se mantienen en el tiempo y en el espacio y siempre son crujientes y frescas. No creo que puedan ser manoseadas por ningún político oportunista ni por ningún sindicalista burócrata, sólo sirven para personas humanas, sinceras y no egocéntricas, por tanto tampoco entran los líderes de ninguna secta ideológica o política y por muy de izquierdas que sean o que digan ser, aquí sólo entran las personas y sus derechos e inquietudes, lo demás sobra y no tiene cabida. No hay culto a nada y por tanto tampoco hay culto a ninguna personalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario