EL CIÁTICO

Pues aquí estoy de nuevo e iba a decir, "vivito y coleando", pero ni una cosa ni la otra, pues fui atacado impugnemente por una Bacteria asesina y que durante estos 5 días se instaló comodamente dentro de mis  senos, pero senos del coco y por tanto tuve una sinusitis de caballo. Ahora aún estoy en el 50 % de lo que era o sea soy medio Bruno, y es que aún me falta rematar al bicho. Por lo menos los dolores casi pasaron y ahora habrá que valorar los daños irreparables que produjo dentro de mi cerebro, que estoy comprobando que son bastante extensos.

Y como podía ser de otra forma después de 5 días en off, y con toda la caraja que hoy llevaba, pues el coche tampoco encendió. Bueno no me lo tomé a mal, ni me cabreé, solo me dije que a veces se parte de cero  y en otras hay que partir de menos cero. Como curraba tuve que pillarme un taxi y me tocó de taxista lo que me correspondía con el día, un moro alucinado, que empezó a hablarme sin parar del CIÁTICO. Del Ciático que le atacaba por todos los lados, a veces las rodillas, en otras los tobillos y ahora le atacaba a las manos y a los ojos. Y el tío me decía a modo de conclusión: "sí, siempre ataca a los puntos más débiles del cuerpo". Y una vez me ataco a la barriga y tuve una diarrea que no veas, insistía el menda. El "Ciático", el nuevo descubrimiento de la ciencia médica y con más poder que un virus asesino. Pues nada que hoy tuve el gran placer de conocer a su descubridor.

Llego por fin al curre y más dosis de surrealismo. Voy a la UCI a buscar al paciente y el tío estaba en la UCI como podía estar jugando a la petanca, ni rastro de gravedad en el ambiente.  Bueno había anginado, pero ya estaba como una rosa, pero como una rosa "acojonada". Pues era del Inserso y el tío se había venido de vacaciones a Menorca y sí, había tenido un dolorcito pero que "tampoco había sido pa tanto" y que con él se había venido su mujer y ¿ella donde estaba?, me pregunté. Supongo que dándose el último festín en el Hotel de referencia y para no pasar hambre en su función de acompañante (ya se sabe como se come en los Hospitales).

 Bueno, pues nos vamos para el avión y ya empecé a sudar de nuevo como un pollo asado y pensando ¡para que coño me vine a currar sino estaba en condiciones!. De todas formas en ese preciso momento nos anuncian que no hay vuelo, por cuestiones de meteorología, en concreto por viento desatado, salvo que fuera cosa de extremísima urgencia. Respiré aliviado, pues tal como estaba yo, ¿como quedaría después de meterme en una batidora?.

O sea que me fui de paseo con un paciente hasta el Aeropuerto y vuelta al Hospital de salida. Nada que ya estoy de nuevo en casa y sigo escupiendo trozos de cerebro en forma de mocos purulentos. Conclusión: hoy he vuelto de nuevo a la vida y aunque no esté ni al 50%, la vida sigue mereciendo la pena y sobre todo con estos estímulos nuevos: el poder del Ciático como patógeno de enfermedades humanas  y que además cabe relacionarlo como posible causante de mi Sinusitis galopante. Ah¡¡ y que el Inserso sigue siendo el mismo Inserso y que mantiene con la misma entereza su lema favorito: "qué cada uno aguante su vela  y  mientras no llegue mi hora a reventar comiendo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR