Dejar que los niños se acerquen a mi, decía Jesucristo hace unos cuantos siglos. Y muchos curas, que al fin y al cabo son los profetas de la palabra de Jesucristo, aplicaron a fondo esa norma y no sólo se acercaron a los niños a su vera, sino que los magrearon, les metieron mano y a algunos hasta les dieron por el culo. Supongo que el celibato causa estragos, supongo que la mente se deforma con tanta abstinencia sexual, supongo que la carne es débil, pero todo eso no explica para nada semejante aberracción.
Y bueno, ¿qué pasó con todos estos abusadores?, pues me temo que no pasó nada o pasó muy poco. Cuatro fueron medio condenados y para dar ejemplo y el resto o sea un millón, siguen disfrutando de su libertad y como sino hubiera pasado nada. Una bronquita Papal en forma de llamada de atención y tíos haced el favor de controlaros un poco, que si hace falta nos vamos de putas de vez en cuando o follaros a una feligresa, pero dejad en paz a los niños.
Pues yo no tengo delante una lista de condenas para estos señores, pero lo primero que se me ocurre y de ahí para arriba, sería el cortarles los huevos a rodajitas y de paso la polla y todo esto depositarlo en un fuente de cocina y al final simplemente hacérselo comer. También tengo en el tintero otras condenas, pero creo que son demasiado fuertes para después de comer. A mi la Santa Madre Iglesia mientras no me demuestre que realmente quiere acabar con estos actos de vandalismo incalificables, no la respetaré en nada. La verdad es la verdad y si la verdad, por bestia que sea, se les atraganta, no vale el cambiar de imagen, sólo vale el decir la verdad y por tanto, el condenar.
Y bueno, ¿qué pasó con todos estos abusadores?, pues me temo que no pasó nada o pasó muy poco. Cuatro fueron medio condenados y para dar ejemplo y el resto o sea un millón, siguen disfrutando de su libertad y como sino hubiera pasado nada. Una bronquita Papal en forma de llamada de atención y tíos haced el favor de controlaros un poco, que si hace falta nos vamos de putas de vez en cuando o follaros a una feligresa, pero dejad en paz a los niños.Pues yo no tengo delante una lista de condenas para estos señores, pero lo primero que se me ocurre y de ahí para arriba, sería el cortarles los huevos a rodajitas y de paso la polla y todo esto depositarlo en un fuente de cocina y al final simplemente hacérselo comer. También tengo en el tintero otras condenas, pero creo que son demasiado fuertes para después de comer. A mi la Santa Madre Iglesia mientras no me demuestre que realmente quiere acabar con estos actos de vandalismo incalificables, no la respetaré en nada. La verdad es la verdad y si la verdad, por bestia que sea, se les atraganta, no vale el cambiar de imagen, sólo vale el decir la verdad y por tanto, el condenar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario