Pero bueno, después de los Temporales de malas noticias siempre viene la calma chicha y hasta ni se mueven las hojas de los árboles y es como estar en el Limbo celestial. Te quedas agotado por el esfuerzo de tener que nadar contra las corrientes y ese tiempo de calma ayuda y mucho, a sentirte fuera de sitio. Más o menos y valga la comparación, te quedas como uno se queda después de echarse un polvete y me ratifico aún más, que es como estar en el Limbo.
La diferencia es clara, después de un polvete te quedas en el Limbo, pero en el Limbo de los buenos y en cambio después de un Temporal de malas noticias, te quedas en el Limbo malo de la vida. Y se distinguen en que en el malo, no dejas de comerte el coco, sí, con los pensamientos más amainados, pero que siguen presentes. Después de un polvete, no te comes el coco para nada y a lo mejor en lo que piensas es cuando caerá el siguiente.
Mientras no tengas que pensar en el tema de la tortilla cuando echas un polvete, todo va más o menos bien. Lo de la Tortilla ya lo he explicado y se hacía y no sé si se sigue haciendo, cuando querías prolongar el plovete y para no correte. Muy sencillo, cuando estabas trajinando y en cambio de centrarte en la carne ajena, pues se trataba de pensar en como harías una tortilla de patatas y así despistabas a tus pensamientos más placenteros. En definitiva se trataba de atrasar la corrida y para que la tía no se quejara de que eras un eyaculador precoz.
La diferencia es clara, después de un polvete te quedas en el Limbo, pero en el Limbo de los buenos y en cambio después de un Temporal de malas noticias, te quedas en el Limbo malo de la vida. Y se distinguen en que en el malo, no dejas de comerte el coco, sí, con los pensamientos más amainados, pero que siguen presentes. Después de un polvete, no te comes el coco para nada y a lo mejor en lo que piensas es cuando caerá el siguiente.
Mientras no tengas que pensar en el tema de la tortilla cuando echas un polvete, todo va más o menos bien. Lo de la Tortilla ya lo he explicado y se hacía y no sé si se sigue haciendo, cuando querías prolongar el plovete y para no correte. Muy sencillo, cuando estabas trajinando y en cambio de centrarte en la carne ajena, pues se trataba de pensar en como harías una tortilla de patatas y así despistabas a tus pensamientos más placenteros. En definitiva se trataba de atrasar la corrida y para que la tía no se quejara de que eras un eyaculador precoz.

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