Tres posibles alternativas que tendré en la otra vida: Una, vivir rodeado de agua y unos metros por debajo de la línea de flotación. Do, vivir en una casa echa de troncos y del tamaño más o menos de una lata de sardinas, eso sí, sita en pleno bosque. O en un castillo en el desierto con una hermosa duna por detrás y a tus pies un maravilloso lago de agua potable.
Yo creo de momento me decanto, por el hermoso Desierto con agua potable.



No hay comentarios:
Publicar un comentario