Y dicen las Babosas que están más que hartas de que les meemos encima. Me refiero a las Babosas del reino animal, porque las Babosas humanas nunca te dirán nada a la cara, pues como es norma en ellas, te lo dirán por detrás. En diferido y a través de otras bocas y ya se sabe lo que pasa, que cada boca añade su granito de arena y al final, tienes una gran bola de nieve que fue creciendo. Pero eso lo saben las Babosas humanas, saben que una mentira se convertirá en una montaña, saben que una tontería se convertirá en lava de un volcán.
Si hasta lo sé yo, que no soy ningún baboso de mierda. Pues el que se dedica a ello, el que pone todo su interés en que así sea, el que vive para ello, el que disfruta haciéndolo, ¿como no lo va a saber?. Lo sabe y sabe del efecto dominó y que es la manera en que puede hacerte más daño. Pero estas cosas inanimadas, no cuentan que hay algunos que no pasamos por su aro, que nos da igual lo que digan, que nos importa un bledo lo que la gente piense o deje de pensar.
Y eso, sí que les hace daño a ellos, el que tu pases de sus comentarios a tus espaldas. Porque como las Babosas reales no tiene más armas, sólo tiene su baboseo que dicen que cura arrugas seniles y nada más. Si le destrozas ese arma, se quedan sin nada, se quedan pasmados en el suelo y esperando a que les mees y hasta la última gota. Dicen que las Babosas, son babosas (como dice su nombre), cornudas y arrastradas, pues las Babosas Humanas, son más de lo mismo. Sólo tienes que salir a la calle y verás el reguero de babeo que van dejando como santo y señal de su presencia.
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