Pues lo primero que pasa hoy, es que me levanté cansado física y mentalmente y ahora sigo arrastrando mi cuerpo y mi ¿mente?, pues ya veis tampoco da para mucho. Da para las cosas más primarias, el tengo que comer, cagar o merendar y poco más. De todas formas el día de hoy es de esos en días en que se junta todo y como no podía faltar a la cita la guinda del pastel, pues me acaban de anunciar una mala noticia a nivel laboral. Qué es que en definitiva, nos van a crujir por los cuatro costados y en plan de asado al espeto y ya estoy notando como entra el palo por mi culo y me llega hasta la boca.
Bueno, ¿que se podía esperar de los políticos de turno?, si ellos quitan y ponen y según les convenga. La cuestión, es joder a los profesionales del ramo que sea y a veces toca a unos y en otras te toca a ti y a tus cojones. Porque vamos a ver, ¿y se puede esperar algo de los sindicatos?, aún menos, porque en su mayoría también están untados y comprados. Te cambio de sitio de trabajo, dejo entrar a tu sobrinito en el curre (y no a dedo sino porque yo quiero) y a cambio, me votas ésta historia a favor y la otra, en contra.
Y ya está, ya está el sindicalista, (ese que decía que se comía todos los marrones por los trabajadores y compañeros), vendido al oro de Moscú o de Madrid. Que todo tiene un precio, ya lo sabía yo. Que los sindicatos son una mafia, también lo sabía y del Gobierno, ya no digamos. De esos perros siempre me espero lo peor. Y ese pensamiento nunca falla y ya puede ponerse el Maduro o el Fidel Castro, que tarde o temprano se cumplirá la regla.Al fin y al cabo, nos venderán por un plato de lentejas o por una República bananera.
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