Me está costando meterme de nuevo en la escritura y no porque no me apetezca, pues si fuera por eso dejaría de escribir y asunto arreglado, me cuesta porque durante estos días entré en meditación profunda o en éxtasis reflexivo y concluí que debo intentar dar un giro a mi vida. Lo que está claro es que la salud me ha dado una buena ostia y por eso, ha encendido todas mis alarmas. La alarma de cuidarse en el papeo, en hacer más ejercicio, en dejar de fumar, en follar más si me dejan y para ello es imprescindible aumentar mi nivel de autodisciplina. Ya se sabe el rollo de siempre: hay que levantarse más temprano, hay que acostarse antes, hay que andar unos kilómetros todos los días, hay que fijarse menos en las tías y porque como no follo, la cosa o el asunto se va acumulando y eso es malo, pues aumenta la posibildad de trombos cerebrales.
Y la verdad, es que estoy en ello y como hoy es primer día de libre (ayer me dieron el alta hospitalaria), pues pasa, que me estoy reseteando. Estoy dando vueltas y vueltas de a ver como me divido el día y porque a la vez tengo que ir a currar, hacer la comida, leer, hacer el ejercicio que toca, hacer los recados del día y que tanto me joden y claro, seguir escribiendo. Bueno, hoy empecé por el tema de mi salud y empecé con mal pie, pero no por mi parte, sino porque en el mundo aún quedan muchos o muchas gilipollas y me tocó de buena mañana una tía que está sólo para dar las citas médicas y se dedicó a tocarme los huevos o las pelotas y claro, por infumable y por imprensentable, tuve que perder parte de mi precioso tiempo, diciéndole unos cuantos improperios y para que se fuera enterando de que va la vida.
Y salgo del puñetero Centro de Salud y delante de mi hubo un accidente de moto coche y por supuesto la que llevó la peor parte fue la tía de la moto. Y yo como soy un médico y además soy un todoterreno, me acerqué a atender a la tía y para ello, fui avisando de que era Médico y así la gente o el gentío se fue apartando y cuando estaba tocando y comprobando su estado se acerca uno de mis amigos polis municipales y me dice con tono autoritario: ¡No le toque!. Y claro le tuve que dar un berrido y le dije que yo era Médico y que tocaba lo que salía de mis cojones, ¡atontado de mierda, que no te enteras!. Era uno de esos polis que tanto odio: Policía Local con cinturón de cuelgalotodo y cargado hasta los topes y con unos musculitos hipertrofiados de gimnasio y con algún Tatu hortera que asomaba por debajo de su puta camisa de mierda y además, con una de cara de atontado que te cagabas. Y menos mal que el resto del día me fue bien y ahora son las 5 de la tarde y está saliendo el sol entre las nubes primaverales y la verdad es que me pregunto: ¿puedo pedir más?
Y la verdad, es que estoy en ello y como hoy es primer día de libre (ayer me dieron el alta hospitalaria), pues pasa, que me estoy reseteando. Estoy dando vueltas y vueltas de a ver como me divido el día y porque a la vez tengo que ir a currar, hacer la comida, leer, hacer el ejercicio que toca, hacer los recados del día y que tanto me joden y claro, seguir escribiendo. Bueno, hoy empecé por el tema de mi salud y empecé con mal pie, pero no por mi parte, sino porque en el mundo aún quedan muchos o muchas gilipollas y me tocó de buena mañana una tía que está sólo para dar las citas médicas y se dedicó a tocarme los huevos o las pelotas y claro, por infumable y por imprensentable, tuve que perder parte de mi precioso tiempo, diciéndole unos cuantos improperios y para que se fuera enterando de que va la vida.Y salgo del puñetero Centro de Salud y delante de mi hubo un accidente de moto coche y por supuesto la que llevó la peor parte fue la tía de la moto. Y yo como soy un médico y además soy un todoterreno, me acerqué a atender a la tía y para ello, fui avisando de que era Médico y así la gente o el gentío se fue apartando y cuando estaba tocando y comprobando su estado se acerca uno de mis amigos polis municipales y me dice con tono autoritario: ¡No le toque!. Y claro le tuve que dar un berrido y le dije que yo era Médico y que tocaba lo que salía de mis cojones, ¡atontado de mierda, que no te enteras!. Era uno de esos polis que tanto odio: Policía Local con cinturón de cuelgalotodo y cargado hasta los topes y con unos musculitos hipertrofiados de gimnasio y con algún Tatu hortera que asomaba por debajo de su puta camisa de mierda y además, con una de cara de atontado que te cagabas. Y menos mal que el resto del día me fue bien y ahora son las 5 de la tarde y está saliendo el sol entre las nubes primaverales y la verdad es que me pregunto: ¿puedo pedir más?
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