Bueno y en vista que ha fracasado el plan A, tendré que pasar al plan B, la dieta a tope ya no es tan a tope y es una cosa intermedia, además tenía la promesa de complementar la cosa con el ejercicio físico y en realidad cada día estoy más vago y fofo. Por eso tengo que pasar al plan B, que consiste en hacer ejercicio sí o sí y por los cojones del caballo del Espartero y volver a la dieta exigente e inhumana. Vamos que tampoco pretendo ser un sílfide todo refinado y así, poder enseñar mi tableta, pero si pretendo quitarme de encima esos varios kilos que me sobran. Había bajado 6 kilos y volví a engordar 2, por tanto sólo he bajado 4 kilos.
Las cosas hay que hacerlas así, así a lo bruto y sin contemplaciones, porque si sigo con los paños calientes me volveré a poner como un cerdo. Y además es lo que faltaba, pues con éste calor húmedo ya se suda en cubos y sólo altaba eso, que las grasas se desparramen por los cuatro costados. Yo heredé muchas cosas buenas, pero ésta en concreto es bastante jodida y me refiero a mi tendencia a engordar, ésta es mi cruz particular y por tanto es, mi calvario particular. Por lo demás, más o menos me voy defendiendo, aunque todo hay que decirlo, me pierde muchas veces, mi Genio o como decía el otro, mi fuerte carácter.
Es difícil que yo consiga estar más de dos o tres días tranquilo y porque cuando llega el tercer día ya me siento como impaciente y sin querer, me busco algún problema. No es buscado, es que el instinto me lleva a hacer eso y por desgracia, ya dentro de la bronca me encuentro a gusto y satisfecho y que es y por así decirlo, como yo me recargo las pilas. Otros buscan la paz de lo hombres o la paz de dios o de la naturaleza y con ese ambiente tranquilo y sosegado, vuelven a su sano juicio. Yo no, yo vuelvo a mi sano juicio después de soltar toda mi adrenalina en el fragor de la batalla o sea, en esa paz que se produce después de la guerra. Ya me gustaría a mí ser más pacífico y entrañable, pero hace años que comprendí que eso era un objetivo inútil, es decir, nací así, viví así y moriré siendo así
Las cosas hay que hacerlas así, así a lo bruto y sin contemplaciones, porque si sigo con los paños calientes me volveré a poner como un cerdo. Y además es lo que faltaba, pues con éste calor húmedo ya se suda en cubos y sólo altaba eso, que las grasas se desparramen por los cuatro costados. Yo heredé muchas cosas buenas, pero ésta en concreto es bastante jodida y me refiero a mi tendencia a engordar, ésta es mi cruz particular y por tanto es, mi calvario particular. Por lo demás, más o menos me voy defendiendo, aunque todo hay que decirlo, me pierde muchas veces, mi Genio o como decía el otro, mi fuerte carácter.
Es difícil que yo consiga estar más de dos o tres días tranquilo y porque cuando llega el tercer día ya me siento como impaciente y sin querer, me busco algún problema. No es buscado, es que el instinto me lleva a hacer eso y por desgracia, ya dentro de la bronca me encuentro a gusto y satisfecho y que es y por así decirlo, como yo me recargo las pilas. Otros buscan la paz de lo hombres o la paz de dios o de la naturaleza y con ese ambiente tranquilo y sosegado, vuelven a su sano juicio. Yo no, yo vuelvo a mi sano juicio después de soltar toda mi adrenalina en el fragor de la batalla o sea, en esa paz que se produce después de la guerra. Ya me gustaría a mí ser más pacífico y entrañable, pero hace años que comprendí que eso era un objetivo inútil, es decir, nací así, viví así y moriré siendo así
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