MÁS DE SANGRE FRÍA

Pues bueno, aquí seguimos luchando y ya estoy al borde del precipicio. Estoy hasta los mismos cojones de currar tanto y como dice el Enriquito Iglesias: ya no puedo más. Y eso que sólo me queda un día de guardia, mañana, pues hoy estoy de Avión y por tanto, estoy de guardia localizada, pero tengo que decir que me duele todo y que estoy lleno de agujetas. No soporto más el dormir mal y a trozos, ayer mal dormí tres veces y hoy no soy yo, soy otro y soy el otro al que tanto odio: soy un quejica doloroso.

Bueno, tengo el buen consuelo que mañana día 28 de Julio es mi último día de guardia y que el día 29 voy a empezar a ser libre. Ya sabéis, libre hasta donde se puede ser y hasta donde te dejan, pero libre al fin y al cabo. Tengo mis planes y mis proyectos, pero al mismo tiempo cometo el mismo defecto de siempre: que son planes y que no son realidades y como siempre en el último día empezaré a sacar los correspondientes billetes y por supuesto, más caros que nunca. Pero que le voy hacer, si Dios me hizo así: me dió inteligencia y sapiencia para planificar las cosas, pero se olvidó de darme consecuencia y por eso muchos de mis proyectos se quedan en aguas de borrajas.

Yo a éstas alturas ya asumo que soy así, así de tonto y así de imbécil, aunque también es verdad, que cuando hago las cosas bien (muy pocas veces) por A o por B, no salen según lo marcado y después me encuentro atrapado y sin vuelta atrás. Por tanto he aprendido a convivir conmigo mismo y en cierta forma me respecto y por eso empleo mi tiempo en preparar un plan A y un plan B y en el último momento tomo las decisiones pertinentes y con todos los riesgos. Ya me gustaría a mi ser de otra manera: más cabal, menos apasionado, más frío, más humano o sea más de sangre fría, pero cada vez que hago el intento por ser más de ésta manera, me quedo como pasmado y atrofiado y entonces entiendo, que por mis venas fluye la sangre caliente.

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JULIO CORTÁZAR