El dinero no lo es todo, pero sí que te puede endulzar la vida. Todo no lo es, pero es que todo y todo, no lo es nada, ni el amor, ni la amistad, ni el compañerismo. Ahora la suma de todas esas partes, sí que pueden ser un todo. La vida, es un todo, pero en ese todo entran millones de partes y la muerte también es otro todo. Ambas cosas no admiten estados intermedios, pues estás vivo o estás muerto y nada de estar medio vivo o de estar medio muerto y porque estos no son estados, son formas transitorias que evolucionan hacia lo vivo o lo muerto. La pasta no lo es todo, pero sí la tienes te hace llevar mejor ese todo y el amor, pues también, pero por otro lado, también se puede vivir sin amor y sin dinero.
Mis momentos sin pasta los recuerdo con dolor y mucho asfixie y eso se traduce, en crisis de angustia, bueno, por lo menos con muchos sube y baja y con unas buenas sobredosis de malos rollos. Sin pasta se engrandecen los problemas y hay algunos amigos o que decían ser tus amigos, que se dan la vuelta delante de tu cara de asfixiado. La pasta es un creador de problemas y si tienes mucha, te rodearás de envidia y si tienes poca o ninguna, no te preocupes de nada, pues nadie te va ayudar. Los amigos son amigos mientras tú estés a flote, pero si estás económicamente hundido, los amigos son los primeros en abandonar el barco.
Y que nadie me venga con estupideces de esas que dicen algunos, sí, que los amigos siempre y siempre te apoyarán. Y te apoyarán en cosas y más cosas, pero con asuntos monetarios por el medio, no hay amistad que valga y es más, si alguno te presta algo de pasta y para salir de la mierda, más adelante esa misma pasta será un escollo más para seguir manteniendo esa amistad y aunque se la devuelvas integramente. El pedir pasta es para muchos, la peor bajeza, es tocar un punto sagrado, un punto prohibido, un punto que puede hacer estallar esa amistad.
Mis momentos sin pasta los recuerdo con dolor y mucho asfixie y eso se traduce, en crisis de angustia, bueno, por lo menos con muchos sube y baja y con unas buenas sobredosis de malos rollos. Sin pasta se engrandecen los problemas y hay algunos amigos o que decían ser tus amigos, que se dan la vuelta delante de tu cara de asfixiado. La pasta es un creador de problemas y si tienes mucha, te rodearás de envidia y si tienes poca o ninguna, no te preocupes de nada, pues nadie te va ayudar. Los amigos son amigos mientras tú estés a flote, pero si estás económicamente hundido, los amigos son los primeros en abandonar el barco.
Y que nadie me venga con estupideces de esas que dicen algunos, sí, que los amigos siempre y siempre te apoyarán. Y te apoyarán en cosas y más cosas, pero con asuntos monetarios por el medio, no hay amistad que valga y es más, si alguno te presta algo de pasta y para salir de la mierda, más adelante esa misma pasta será un escollo más para seguir manteniendo esa amistad y aunque se la devuelvas integramente. El pedir pasta es para muchos, la peor bajeza, es tocar un punto sagrado, un punto prohibido, un punto que puede hacer estallar esa amistad.
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