MI FAMA DE GUERRERO

Bueno, pues después de ese momento tierno y amoroso, tengo que mantener en pie mi fama de guerrero y no puedo dejarme llevarme tanto y tengo que cortar las alas a los sentimientos y porque lo mío tiene grandes riesgos y esos son: que me vuelva loco, pero loco de todo y no sólo de amor. Aparte como yo tengo devoción por una cierta locura o sea, amo la locura sin estar demasiado loco y porque el que está demasiado loco, sufre y ¡como sufre!. Pero yo de los sufrimientos no quiero saber nada y porque ya he sufrido tanto, que no me quiero convertirme en un puto sufridor de por vida y creo que para esto vale el haber tenido antecedentes, pues lo mismo que pesa todo, también pesan los antecedentes y yo tengo muchos y muchísimos antecedentes personales.

A mi ya me encerraron dos veces por loco y creo que también, por borracho, pues todo me lo bebía y como un día dije, me bebía hasta los floreros con sus aguas putrefactas y dejé secas las plantas y dejé seca mi vida y fui dando tumbos y fui dando pena y hasta que un día y creo que era de primavera. pues es cuando las plantas brotan, se me cruzaron los cuernos y eso creó, fuertes cortocircuitos dentro de mi espeso y nebuloso cerebro y así, me caí de la burra y así me caí al suelo. Bueno, pues lo curioso es que me encerraron con 20 candados y 100 pastillas al día y de todos los colores, de los verdaderos y de los imaginarios y claro, andaba encebollado, pero eso sí, andaba tan tranquilo e intentando conservar el equilibrio.

Y así me pasé días y días y venga a dar tumbos por los pasillos y venga a alucinar más y más con el resto de los locos y porque yo les contaba y ellos también me contaban y había cada historia que era para tomarse más pastillas y para meter la cabeza dentro del water y por supuesto, tirando de la cisterna. Y lo bueno y lo único bueno que saqué de todo eso, es que tuve y me gané unos buenos amigos y compañeros del alma y porque a todos nos unían, nuestros desatinos e ideas delirantes y eso crea lazos y eso crea lazos muy importantes, que por cierto, que después la normalidad se encarga de romper. Y es que uno se tiene que poner a pensar que si te encierran 30 días del mes y en compañía de otros tocados del ala y de la cabeza como tú, el tema del día ¿cual va a ser?, pues el tema iba de ¿a ti porque te han encerrado? y claro eso era como darle al botón de salida y porque de sopetón te caían toneladas de historia macabeas, alucinantes y delirantes, que podían ser ciertas o ser putas mentiras encubiertas, pero allí daba igual y porque allí dentro la magia, la realidad y los sueños se entremezclaban y a la velocidad de los rayos.

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JULIO CORTÁZAR