Y hoy...
¿qué quiero hoy?,
pues quiero lo siempre, pero un poco más,
quiero seguir queriendo,
quiero ser un amante perfecto,
quiero que tus dedos sean dedales suaves,
que tu piel sea de seda,
que la mía se cubra de escarcha fría,
quiero ser como un silbido,
agudo, tierno y transitorio,
o como tu mano,
larga y afilada,
suave y creativa,
que busca y rebusca la intriga
o los interrogantes que tiene la vida,
y que los moldea con extrañas formas,
y que hablan y que dicen sin hablar
y porque bajo el poder de tu mano,
lo inanimado toma vida
y creo y estoy seguro, que lo nuestro...
¡es tu mejor creación!.
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