Complicado está todo, la vida también se complica y a veces por putas estupideces, como por ejemplo un correo, un mensaje o el mismo hecho al contrario, que nadie te mande un correo o un mensaje...porque somos así, porque nos enseñaron a ser así, así de primarios y rudimentarios. Lo nuestro debía se más flexible y espléndido, más con ese factor humano que tanto nos hace falta, con esa comprensión que nos enternece y con esa pincelada de calor humano. Y hablando de calor, menudo día de calor, todo suda y todo arde. Peo volvamos a recoger el hilo, en el fondo el problema es...es que no sé lo que quiero, si quiero mensajes y correos o sino los quiero o sea que estoy ñoño y creo que necesitado, ya sabéis de que va el tema: de besos, abrazos, caricias y si cabe y si sólo cabe y es posible, pues también un lindo polvete. Dicen los expertos que después de comer son los mejores y yo estoy en hora, son las 3 de la tarde y acabo de comer.
Ya veis que bajo caigo, mi puto orgullo por los suelos...claro que a fuerza de insistir y rogar y suplicar, puede que un alma cándida se compadezca de mi. Tampoco es que esté en plan sufriente y lastimero, pero no decían: ¡qué el que no llora no mama!. Pes eso, qe hay que esta siempre ahí, siempre dispuesto y aunque hay días que no te apetece ni un carajo lo del polvete, tú siempre tienes que decir que sí. Y quién me iba a decir a mi, que acabaría rogando un polvete, si en mis tiempos lejanos me sobraban polvetes por todos lados y ahora ese pensamiento se retuerce como una serpiente dentro de mi. Y ya sé que del pasado no sé puede vivir, pero ¿y sino te queda otro remedio?, porque el presente y futuro son como el desierto de Arizona.
Por cierto, no sé si habrá un desierto en Arizona...pero me vino a la cabeza una de esas frases hechas y que supongo que será herencia de una película de indios malos y vaqueros buenos y donde los vaqueros tienen que atravesar en una larga caravana el árido y seco desierto de Arizona. Los Indios a su vez, se preparan para segar lindas cabelleras de las mujeres y hombres pálidos y esperan impacientemente en una garganta muy profunda. El resto de la peli, ya nos la sabemos todos, los Indios cortan numerosas cabelleras, pero los rostros pálidos siempre son más listos en las películas y al final rechazan el ataque de los Indios malos y la escena final, es un beso todo amoroso entre los dos protagonistas, la rubia con pelo sedoso y el vaquero que de guapo que es, te da rabia y celos que sea la tipa quién lo bese y no seas tú.
Ya veis que bajo caigo, mi puto orgullo por los suelos...claro que a fuerza de insistir y rogar y suplicar, puede que un alma cándida se compadezca de mi. Tampoco es que esté en plan sufriente y lastimero, pero no decían: ¡qué el que no llora no mama!. Pes eso, qe hay que esta siempre ahí, siempre dispuesto y aunque hay días que no te apetece ni un carajo lo del polvete, tú siempre tienes que decir que sí. Y quién me iba a decir a mi, que acabaría rogando un polvete, si en mis tiempos lejanos me sobraban polvetes por todos lados y ahora ese pensamiento se retuerce como una serpiente dentro de mi. Y ya sé que del pasado no sé puede vivir, pero ¿y sino te queda otro remedio?, porque el presente y futuro son como el desierto de Arizona.
Por cierto, no sé si habrá un desierto en Arizona...pero me vino a la cabeza una de esas frases hechas y que supongo que será herencia de una película de indios malos y vaqueros buenos y donde los vaqueros tienen que atravesar en una larga caravana el árido y seco desierto de Arizona. Los Indios a su vez, se preparan para segar lindas cabelleras de las mujeres y hombres pálidos y esperan impacientemente en una garganta muy profunda. El resto de la peli, ya nos la sabemos todos, los Indios cortan numerosas cabelleras, pero los rostros pálidos siempre son más listos en las películas y al final rechazan el ataque de los Indios malos y la escena final, es un beso todo amoroso entre los dos protagonistas, la rubia con pelo sedoso y el vaquero que de guapo que es, te da rabia y celos que sea la tipa quién lo bese y no seas tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario