Otro día más entre mis sombras, entre las negras y entre las blancas y yo me pregunto: ¿donde coño está el equilibrio?. Vaivenes y olas y un meneo que te cagas, como si fuera en barco en medio de un temporal o de un maremoto. No hay paz interior y tampoco la hay exterior, pero esto último ya lo sabemos, en cambio la guerra interior es como un fenómeno extraño que se presenta sin pedir cita. La tormenta está dentro de mi cabeza y no sé el como y el porqué, pero estoy cabreado. Cabreado con el mundo, cabreado con la vida, cabreado con los humanos y cabreado conmigo mismo, no hay excepción en mi cabreo. Ahora mismo mandaría todo al carajo y no sé...me metería jipi o algo parecido.
Yo fui algo jipi, digamos que lo fui en sus últimos coletazos y allá por los 60. Tendría 14 años y estaba hasta los cojones de pelearme con mis padres y ese tono de paz y amor me atrajo un poco. Tampoco me duró mucho, unos meses y como mucho 1 año, pero bueno me hice mi propio bautismo obsequiándome un viaje alrededor de España y en plan jipi. A dedo o en auto stop y donde cayera con mis huesos ahí dormía: en medio de un parque, en una acera, en un bosque, en una playa o sobre un palo de un gallinero.
Y por el camino me encontré a otros zombis como yo, con algunos estuve unos días y con otros, una sola noche. Perdido andaba, pero viendo lo que había a mi alrededor (los otros jipis) creo que no estaba tan mal. Yo era de paz, pero no de paz bobalicona, era de paz mientras que nadie me tocara los cojones y además tengo que reconocer que no hacía falta mucho para que yo saltara. Vamos que era y soy de cabreo fácil, aunque si que es verdad que algo me he socializado, por lo menos hace muchos pero que muchos años que no levanto los puños contra alguien. He domado un poco mi agresividad latente y ¡que trabajito me ha costado!
Yo fui algo jipi, digamos que lo fui en sus últimos coletazos y allá por los 60. Tendría 14 años y estaba hasta los cojones de pelearme con mis padres y ese tono de paz y amor me atrajo un poco. Tampoco me duró mucho, unos meses y como mucho 1 año, pero bueno me hice mi propio bautismo obsequiándome un viaje alrededor de España y en plan jipi. A dedo o en auto stop y donde cayera con mis huesos ahí dormía: en medio de un parque, en una acera, en un bosque, en una playa o sobre un palo de un gallinero.
Y por el camino me encontré a otros zombis como yo, con algunos estuve unos días y con otros, una sola noche. Perdido andaba, pero viendo lo que había a mi alrededor (los otros jipis) creo que no estaba tan mal. Yo era de paz, pero no de paz bobalicona, era de paz mientras que nadie me tocara los cojones y además tengo que reconocer que no hacía falta mucho para que yo saltara. Vamos que era y soy de cabreo fácil, aunque si que es verdad que algo me he socializado, por lo menos hace muchos pero que muchos años que no levanto los puños contra alguien. He domado un poco mi agresividad latente y ¡que trabajito me ha costado!
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