Hoy por fin ha llovido por éstas tierras insulares, por éstas diminutas tierras insulares y además, lo hizo en plan tormenta, en maravillosa plan tormenta y con toda su parafernalia y a saber: con sus rayos, truenos, relámpagos y lluvia de la gorda o sea, lluvia a mares y sin contemplaciones. Y todo esto no será suficiente, pues es tanta la sequía acumulada que para la cosa se empiece a poner más o menos bien previamente tendría que caer el diluvio universal. Pero bueno, empecemos por algo y más vale que caigan cuatro gotas a que no caiga ninguna... Ahora el tema está en esperar a que llegue el Otoño y porque estoy del sol español y en éste caso Mediterráneo, hasta ya sabemos donde y como el tema no cambie pronto me va a dar un ataque de pánico. Pánico en la Isla de Menorca y yo el primero en entrar en trance. Y por aquí, por Menorca, venga a darle al tema de los guiris o turistas y claro, como el principal sustento de nuestra endeble economía (la isleña) es la que se le quita a los guiris y que muchas veces, se le estafa y a cambio ¿de qué?...Pues de que va a ser: de que aturullen las playas, de que se masifiquen los campos y porque aquí no hay montañas, bueno hay uno y de 300 metros (Ay!! que me entra el vértigo) y porque esto que digo ya me pasó el verano pasado en la Isla vecina de Mallorca y en el mes de Julio, pude comprobar con mis propios ojos lo que era una masificación turística de hordas masivas y descontroladas y hasta en la montaña había más personas o guiris que árboles verdes.Bueno y a diferencia de antes (donde casi o sólo se enriquecían las grandes cadenas hoteleras y algunos restaurantes y otros cuantos negocillos más) es que ahora todo dios quiere un trozo de la tarta de los guiris y por eso el planteamiento es muy claro: alquilo mi casa o lo que haga falta, eso sí a cambio de una buena y sabrosa pasta a un grupo de guiris y me saco más de 100 euros al día (y algunos más y casi nunca menos) y ya sabéis como funciona el ganado (y entre ellos me incluyo)...y de repente por los ojos sólo entra pasta y empieza a decrecer la importancia del bello paisaje y sus calas y playas vírgenes. Bueno, un par de veces tuve que hacerlo...pero a mi siempre me salen mal todos los negocios habidos y por haber y si estaba arruinado antes de alquilar mi casa, después lo estaba mucho más. Digamos que todo lo gasté en reformar y mejorar mi casa, lo que pasa es que sinceramente, no era el momento. Pero ahora es mucho peor, porque cuando yo intenté hacer la movida aún no estaba de moda y no todo dios se ponía a contar billetes y tal y como pasa ahora. Ahora la ambición enciega...pero eso no se puede decir y hay que decir que hay que conseguir un turismo sostenible y mientras la gente isleña cuenta billetes y los guarda y a buen recaudo debajo de su colchón. Digamos que lo políticamente correcto, es decir lo contrario de lo que haces
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