No sé si lo entendéis, pero la vida es como una Pescadilla que se muerde la Cola y yo he tenido la gran suerte de demostrar y demostrarme la profunda sensatez de ésta teoría. Yo he tenido la gran suerte de volver a vivir mi primer gran amor (a revivir) y todo lo que supone: los primeros besos, las dubitativas primeras caricias, los primeros sentimientos alucinantes y el como se puede querer totalmente o ciegamente. Pues aquella preciosa relación se acabó y tal como se acaba todo en la vida y bueno, te quedas con las sensaciones y recuerdos...pero también es verdad, que te quedas con tus primeras frustraciones. Pues yo hablo de cuando tenía 15 a 16 años y mirar por donde...a los 56 años volví a estar y quedar con lo misma persona y no sé, cuando estuve más enamorado, si de viejo pellejo o de joven barbilampiño y todo hormonado. Podía resumir la cosa, en que todo fue muy diferente y que no tienen nada que ver, salvo que era la misma persona.
O sea, que 40 años después vuelvo a estar con la misma persona y digo, misma...porque en el fondo del tema, no penséis que cambiamos tanto y hay más puntos en común de lo que pensamos. Vamos, que si yo físicamente no la reconociera lo haría por otras cosas: por su forma de ser y de estar por la vida, por su sonrisa o risa, por sus adorables gestos, por su entrañable olor, por su tierna mirada y sus grandes ojos de Miel y Almendra. Y bueno y por el medio ¿qué ha pasado?. Pues han pasado varias vidas y de todos los signos y colores y por el medio, hemos tenido hijos y algunas situaciones que rozan o rozaron lo desagradable y esperpéntico. Tampoco hemos tenido tantas, pero si que de alguna manera han sido intensas, de esas que dejan huella y buenas cicatrices.
Pero igual que pasó la primera vez que nos quisimos la cosa no salió o sea, que éste amor en la vejez tampoco pudo salir adelante. Bueno, es que a éstas edades arrastramos mucho, digo muchísimo y claro, si a mi me ponen "en el envejecer juntos", no sé, de inmediato me apeo y porque en el fondo, no quiero envejecer con nadie (tengo metida esa idea en la Cabeza). Bueno, pues por lo que sea la cosa no ha salido...pero tengo que decir que me siento orgulloso y por querer con tanta intensidad y a la vez, por ser tan querido y más cuando esa persona fue tu primer amor, tu primer gran amor. Claro que ahora ha quedado muy poco y es que ella encontró su "estabilidad" por otro lado y yo sigo igual de desquiciado que antes o que siempre...pero aún así no dejo de tener la esperanza de que me vuelva a escribir y como un gran y maravilloso amigo que ostenta el título de haber sido su primer gran amor
y casi el último o como se dice en los bares, el penúltimo y nunca el último.
O sea, que 40 años después vuelvo a estar con la misma persona y digo, misma...porque en el fondo del tema, no penséis que cambiamos tanto y hay más puntos en común de lo que pensamos. Vamos, que si yo físicamente no la reconociera lo haría por otras cosas: por su forma de ser y de estar por la vida, por su sonrisa o risa, por sus adorables gestos, por su entrañable olor, por su tierna mirada y sus grandes ojos de Miel y Almendra. Y bueno y por el medio ¿qué ha pasado?. Pues han pasado varias vidas y de todos los signos y colores y por el medio, hemos tenido hijos y algunas situaciones que rozan o rozaron lo desagradable y esperpéntico. Tampoco hemos tenido tantas, pero si que de alguna manera han sido intensas, de esas que dejan huella y buenas cicatrices.
Pero igual que pasó la primera vez que nos quisimos la cosa no salió o sea, que éste amor en la vejez tampoco pudo salir adelante. Bueno, es que a éstas edades arrastramos mucho, digo muchísimo y claro, si a mi me ponen "en el envejecer juntos", no sé, de inmediato me apeo y porque en el fondo, no quiero envejecer con nadie (tengo metida esa idea en la Cabeza). Bueno, pues por lo que sea la cosa no ha salido...pero tengo que decir que me siento orgulloso y por querer con tanta intensidad y a la vez, por ser tan querido y más cuando esa persona fue tu primer amor, tu primer gran amor. Claro que ahora ha quedado muy poco y es que ella encontró su "estabilidad" por otro lado y yo sigo igual de desquiciado que antes o que siempre...pero aún así no dejo de tener la esperanza de que me vuelva a escribir y como un gran y maravilloso amigo que ostenta el título de haber sido su primer gran amor
y casi el último o como se dice en los bares, el penúltimo y nunca el último.

No hay comentarios:
Publicar un comentario